¿Ecuador está próximo a contar con barrios peligrosos como las favelas de Brasil?

La pregunta nace tras el duro enfrentamiento que se registró la noche del domingo 18 de junio, en el barrio Comité del Pueblo, en el noreste de Quito. Un grupo de ciudadanos se enfrentó a delincuentes que realizaron disparos cuando los moradores activaron las alarmas comunitarias ante un intento de robo en el sector.

El incidente obligó a los vecinos a unirse para repeler a los delincuentes. A la voz de "el pueblo unido jamás será vencido", prendieron fuego a un pequeño departamento donde aparentemente los delincuentes almacenaban y vendían drogas.

Esto provocó que otro grupo de personas, aparentemente delincuentes, corrieran por las calles del lugar desafiando a los vecinos, algunos de los cuales se defendían con palos y piedras.

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Para expertos como Mario Pazmiño, excoronel de la Policía y consultor en temas de defensa y seguridad, este barrio se ha convertido en un santuario para el crimen organizado, así como en el sur están La Ferroviaria, La Argelia y en el norte La Ofelia, Calderón y otros. Dice que Quito reúne las características para que el crimen se asiente como las fuentes de financiamiento que es el microtráfico, oportunidades de extorsión.

Los santuarios delictivos son asentamientos que se forman cuando una banda controla el territorio de dos o tres manzanas e impone sus leyes como únicas, desplazando a la policía. ¿A un paso de las fabelas?

Diego Pérez, experto en seguridad, asegura que esto no es muy lejano ni descabellado de asumir si desde ya las autoridades no toman acciones urgentes e inmediatas para resarcir esta situación. 

“Es importante que el Estado piense en acciones donde se junten dos tipos de reacciones. La una debe abordar la construcción de condiciones de seguridad, despliegue policial en la zona y la segunda en construir instituciones estatales que generen presencia como casas de Salud, escuelas”, añade.

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Una contradicción

El enfrentamiento en la zona del Comité del Pueblo se produjo pocas horas después de que el presidente del país, el conservador Guillermo Lasso, informara de avances en la política de seguridad, especialmente en la incorporación de nuevos agentes y la dotación de municiones a la Policía.

Lasso, en una cadena de radio y televisión, aseguró que las fuerzas del orden han realizado más de 380.000 operativos y desarticulado 545 organizaciones criminales en todo el país.

Recordó que se han incorporado 8.500 nuevos policías a quienes les reiteró su mensaje de que usen las armas de dotación en caso de que se vean obligados a defender la vida de los ciudadanos o de ellos mismos.

Lasso, cuyo mandato se recortará este año por haber invocado una norma constitucional llamada "muerte cruzada", ha soportado una oleada de crímenes y delitos que han generado zozobra entre la población.

El mandatario aplicó la muerte cruzada en mayo pasado, mecanismo por el cual disolvió la Asamblea Nacional, recortó su mandato que debía concluir en mayo de 2025, llamó a elecciones presidenciales y legislativas anticipadas (el próximo 20 de agosto) y asumió la posibilidad de gobernar hasta terminar su periodo a través de decretos ejecutivos, que deben ser revisados por la Corte Constitucional.

Con la muerte cruzada, Lasso eludió la posibilidad de que sea destituido en el Legislativo que se aprestaba a votar una moción de censura en su contra.

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