Ecuador sin rastro para dar con el fentanilo
La Arcsa no responde a los pedidos de información sobre las acciones para evitar su tráfico y regular la sustancia química
Para Naciones Unidas, el consumo de sustancias psicoactivas es “uno de los problemas más graves en todo el mundo”, sobre todo al evidenciarse el “incremento de uso de fentanilo, que genera un aumento alarmante de sobredosis, especialmente en Estados Unidos”, donde mueren más de 150 personas al día a causa de esta droga, de acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese país.
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Leer másEn Ecuador, este producto ilícito circula por las calles y las entidades a cargo del control no han hecho advertencias del peligro que porta. El 12 de julio, EXPRESO hizo una consulta formal –vía correo electrónico– a la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) para conocer los trabajos que se realizan para controlar la circulación ilícita de este opioide sintético, pero hasta el cierre de esta edición no dieron respuesta.
Sin embargo, EXPRESO tuvo acceso a un informe de la Policía Nacional, elaborado con el apoyo de la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) y el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), en el que se revelan los lugares donde es más frecuente su uso, sus consumidores e incluso las rutas y los métodos que los traficantes emplean para burlar las revisiones y pasos fronterizos (ver infografía).
En el documento se precisa que, a diferencia de otras drogas, esta puede ser usada por “vía intravenosa, de forma oral, fumada o esnifada”, debido a que puede presentarse bajo diferentes formas: como un polvo blanco o amarillo, tabletas, cápsulas o diluida en líquidos.
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Leer másPor su versatilidad, algunos investigadores han llegado a considerarla una especie de droga invisible, difícil de detectar. A eso se suma que el fentanilo también es empleado para adulterar la calidad de otros estupefacientes, como la cocaína y la heroína.
El reporte oficial se aclara que, en el caso de Ecuador, esa ‘trampa’ se está aplicando únicamente a la heroína. De esa forma, los narcotraficantes obtienen mayor rédito por cada kilo comercializado, pero también convierten a esta droga en un arma letal, porque el daño que puede ocasionar se multiplica considerablemente, según explica el reverendo Luis Barrios, quien lidera en Nueva York la Fundación Esquina de Santa Ana, creadora del primer programa – hace 30 años – de reducción de riesgo de muerte por sobredosis.
La disminución de atenciones se debe a la carencia de presupuesto destinado a este ámbito. Los recursos económicos de Salud fueron reorientados, especialmente desde que llegó la COVID-19.
“Es similar a la morfina, pero hasta cien veces más potente”, sostiene el también experto en psicología criminal. Este dato coincide con información publicada en entidades científicas estadounidenses, en las que además se aporta que el fentanilo es, asimismo, “cincuenta veces más fuerte que la heroína”.
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Leer másEl padre Barrios lamenta que a diferencia de otros narcóticos, a los que se pueden controlar las plantaciones o tratar de cerrarles las fronteras, este cuenta con una gran ventaja: que puede ser elaborado en cualquier lugar, incluso en una casa, debido a que se trata de un producto farmacéutico y sus componentes y precursores no son difíciles de conseguir.
Un experto en drogodependencia, quien solicitó la reserva de su identidad, revela que uno de sus pacientes le confesó que esta sustancia la venden adulterada en la Bahía.
La psiquiatra y experta en adicciones Julieta Sagñay detalla los cuadros psicóticos que se presentan: “Oyen voces, que la gente les va a hacer daño. Los transeúntes estarían en peligro, pues podrían ser atacados por ellos”. El fentanilo afecta al sistema nervioso central, que puede no enviar la señal a los pulmones para que respiren y provocar la muerte de los consumidores. El psiquiatra Juan Montenegro menciona que se puede dar un edema pulmonar, una parada cardiorrespiratoria.
Con la heroína –expresa Sagñay– los consumidores experimentan euforia y luego se quedan tranquilos, como si se durmieran, pero los adictos al psicotrópico conocido como ‘H’ se tornan hiperactivos.
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Leer más“No hay una institución que revise qué drogas se han introducido. La última fue la Secretaría Técnica de Drogas, que hizo un análisis de la ‘H’ y su composición. Fue en 2015”, señala la psiquiatra. El síndrome de abstinencia también sería más largo, porque con la ‘H’ son 10 días, mientras que con el fentanilo mezclado de 15 a 20 días.
El psicólogo clínico y especialista en adicciones Joel Cañarte advierte que Ecuador y otros países podrían enfrentarse a una pandemia de consumo de fentanilo. “Podría verse más seguido y debemos estar preparados con políticas de prescripción, venta y distribución más restrictiva”, concluye.
Sagñay lo considera un caldo de cultivo, pues no solo será una generación de gente que se droga, sino que van a terminar siendo enrolados en el crimen organizado. “En 5 o 10 años va a haber una explosión de chicos que han transformado su conducta y su personalidad”. Un paquete de diez ampollas de este producto costaría unos $ 25.00.