Editorial: Abandono del poder en Bolivia

La situación conflictiva que reina en diversos países sudamericanos con demostraciones de violencia y vandalismo producto del enfrentamiento entre grupos populares de la oposición y la fuerza pública entregó, el fin de semana anterior, una nueva sorpresa al mundo con el abandono del poder en Bolivia del ahora expresidente Evo Morales, quien trató de reelegirse por tercera vez como mandatario en unas muy cuestionadas elecciones, obligado por el pronunciamiento de las Fuerzas Armadas y la Policía, luego de más de una semana violenta en las principales ciudades del país del altiplano.

La salida de los dos primeros mandatarios bolivianos, así como los directivos del Congreso y la renuncia inmediata de los miembros del Tribunal Supremo Electoral, con la prisión a la que fueron sometidos dos de ellos, describe claramente el fin de una larga era regida por el Socialismo del Siglo 21, cuyos otros regímenes, como los de Venezuela, México y Cuba, rechazaron este cambio que, sin embargo, fue sugerido por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Se espera que el régimen del obligado poder de facto, presidido por uniformados, dé paso -lo más pronto posible- a una convocatoria a elecciones para que el pueblo boliviano elija nuevamente a su gobierno civil.