Editorial: Dia de las “inocentadas”
De acuerdo a los Evangelios el implacable odio y el insuperable miedo de Herodes, que quería suprimir a quien en el futuro iba a ser el Mesías del pueblo judío, provocó la matanza de los niños con pocos días de nacidos en los territorios de Belén. Felizmente, cuando José y María, anunciados por la divinidad de los propósitos del tetrarca, huyeron a Egipto y con ello salvaron la vida de quien iba a ser Jesucristo. Por ello se celebra cada 28 de Diciembre, en un día como hoy, el llamado “Día de los Inocentes” en todo el mundo cristiano.
Sin embargo, por la similitud en los términos, pues, son palabras sinónimas, la “inocencia” es no solo la carencia de culpa o pecado, ya que “inocente” se califica a toda persona que por su credulidad cree en todo lo que le dicen o le cuentan. Y así se dio a ese día un significado más bien gracioso y lleno de mucha picardía criolla. Porque se aprovecha la fecha bíblica para, por ejemplo, dar una noticia o un informe a la persona de la que se quieren burlar, para cuando se verifica lo falso o arrevesado del asunto se le cae encima con el dicho de... “¡pobre inocente!”.
Algunos diarios porteños solían celebrar la inocentada con noticias extrañas que, en páginas posteriores, eran desmentidas.