Editorial: El espiritu de la Navidad

Los cuatro evangelistas del Nuevo Testamento (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) es decir la segunda parte de la Biblia a partir de lo cual se considera el inicio del tiempo que se ha venido contabilizando hasta este año 2019, dentro de la tradición de la cultura judaica, que luego pasó a formar parte de los gentiles gracias al Evangelio de San Pablo, señalan el día 25 de Diciembre como el nacimiento, en un pesebre de Belén, del hijo de José y María, a quien se considera como el enviado de Dios.

Este natalicio, que coincide con el inicio del solsticio de invierno, ha pasado a constituirse en una gran fiesta universal, sobre todo para el mundo cristiano, que por tratarse de la llegada al mundo de un niño está dedicado preferentemente al mundo de los infantes, a quienes se los celebra regalándoles juguetes, habiéndose creado con el pasar de los tiempos ,a más del Niño Dios, las figuras míticas de Santa Claus (también llamado Papá Noel) y los Tres Reyes Magos que enriquecen el espíritu de esta celebración.

Pero el espíritu de la Navidad no se queda solo en esta costumbre obsequiosa que tanto alegra a los pequeños, sino que implica, dentro de la conciencia colectiva, el destacar los sentimientos de solidaridad y bondad humanas.