La educación en Guayaquil y Quito, mermada por el olvido, costos y calidad docente

“Estudiar en Ecuador es peligroso, caro o deficiente, incluso llega a ser todas”, comenta la guayaquileña Paulina Arroyo, madre de dos niños, para ella la educación en el país se ha visto afectada por diversos factores, entre estos la calidad y el costo, elementos que debe poner en balanza a la hora de escoger dónde matricular a sus niños en el sistema educativo. “No hay dinero, pero toca hacer el esfuerzo y endeudarse para que reciban una educación privada de calidad o inscribirlos en alguna unidad pública, pero con el riesgo de que no sea buena y que su estructura esté en pésimo estado”, indica.

En diversas ocasiones la ciudadanía ya ha hecho público su rechazo y queja sobre el desarrollo de la educación primaria y secundaria en el país, y los habitantes de sus dos principales ciudades, Quito y Guayaquil, lo colocan entre uno de los principales problemas que más afecta la calidad de vida y que al momento enfrentan ambas urbes.

De acuerdo con el estudio de los colectivos Guayaquil Cómo Vamos del 2024 y Quito Cómo Vamos del 2023, que recoge la opinión de más de 2.000 ciudadanos en temas como los problemas que más afectan a los habitantes de ambas ciudades y además da una mirada sobre cómo se desenvuelve la educación del sector privado y público.

Una de las revelaciones del estudio es que las instituciones particulares tienen una mirada más favorable que las unidades del Estado.

Para los ciudadanos de la capital, el 12 % está entre nada y poco satisfecho con la educación privada, y en el público esta insatisfacción es del 27 %. Mientras que en Guayaquil, para el área privada es de 4 %, y en el sector público el 18 % está inconforme.

Las razones de esto son variadas, pero entre las que más predominan está la inseguridad, un factor que a nivel nacional ha mermado todos los sectores comerciales y demás ámbitos de la población. Fuera de esta categoría, la ciudadanía reconoce más problemas que necesitan una corrección pronta, en especial en el ámbito público, que se ve más afectado por carencias y deficiencias, que altos costos de estudio, situación que enfrenta el área privada.

En las unidades públicas, tanto Guayaquil como Quito, excluyendo violencia, los principales problemas son: equipamiento incompleto /obsoleto, calidad y cantidad de profesores, contenidos y material educativo de baja calidad, y falta de cupos para poder acceder a una unidad educativa.

Para el Puerto Principal, su principal inconveniente es el equipamiento obsoleto. En la capital, la calidad y cantidad del cuerpo docente.

No obstante, pese a presentar un mayor nivel de satisfacción entre los padres de familia, el sector privado también cuenta con sus complicaciones, como la calidad de docentes y los altos costos de matrícula, pensión y demás materiales.

Qué se necesita para mejorar el sistema educativo

Para Ivo Orellana, exdirector provincial de Educación del Guayas, el problema del sector público reside principalmente en la falta de capacitación e inversiones de los ministerios.

“No se destinan fondos para que los docentes mantengan una educación continua y se adapten a los nuevos métodos de enseñanza y tecnologías. A esto se suma que la infraestructura no evoluciona y los implementos tecnológicos brillan por su ausencia. Lo que los políticos y candidatos deben hacer es dejar de enlistar los problemas y hablar de soluciones, y a la par, cumplir con estas”, asevera.

Asimismo, Jorge Albuja, docente de la Universidad Casa Grande, reconoce que los vacíos en el sistema educativo han repercutido en el desarrollo de los jóvenes. Él explica que debido a la falta de demanda, las unidades educativas contratan profesionales que no están capacitados o especializados para dictar materias específicas en su campo, lo que afecta el aprendizaje de los colegiales. Además, cuenta desde su experiencia personal sobre el olvido de la infraestructura que atraviesan las unidades del Estado.

“Mi sobrino estudia en una escuela pública, al norte de Guayaquil, no hay seguridad o personal de limpieza, razón por la que los padres se encargan de cumplir este rol, cosa que no debe ser así”.

Ante esta situación, él propone que como solución, el Estado debe apostar por la repotenciación a través de las fuerzas económicas del país, como empresas privadas y fundaciones.

En cuanto a uno de los principales problemas de la educación privada se refiere, el costo de matrícula y demás materiales dependerá mucho de cada unidad, pero estas deben “adecuarse a la realidad del país y reducir sus costos. Si esto significa menos salidas, actividades extracurriculares y demás cosas prescindibles deberían hacerlo, porque esto afecta al bolsillo del ecuatoriano que actualmente vive una situación económica complicada”, argumenta Albuja.

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