Educación subsidiada: ¿Cuáles son sus beneficios y requisitos?

Con el propósito de impulsar y asegurar el progreso educativo a nivel nacional e internacional, varias fundaciones e institutos en el país apuestan por la colaboración, coordinación y respaldo en los campos educativos y culturales.

Según las cifras oficiales proporcionadas por el Ministerio de Educación, en todo el territorio nacional se registran más de 626 instituciones fiscomisionales, de las cuales 36 están ubicadas en la provincia del Guayas. Dentro de la red de la Asociación Coordinadora del Voluntariado del Guayas (Arcovol) están registradas 24 instituciones educativas.

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Algunas de ellas incluyen al Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFEYAL), la Asociación Ecuatoriana para Niños con Discapacidad Intelectual Regular (Asenir) y la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (FIDAL), presidida por la expresidenta constitucional del Ecuador, Rosalía Arteaga. Arteaga asegura que desde la FIDAL se trabaja para ofrecer educación de calidad a través de diversos programas.

Uno de ellos es la escuela de liderazgo conocida como el Centro de Formación para el Futuro, que brinda la oportunidad a más de 60 jóvenes ecuatorianos entre 18 y 35 años de recibir una educación gratuita de calidad.

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“Reciben clases de ética, realidad nacional e internacional y media training. Al finalizar, los jóvenes obtienen un diploma con créditos avalados por la Universidad Técnica del Norte, institución pública ubicada en la provincia de Imbabura”.

Desde 2018, FIDAL ha liderado la introducción de iniciativas con el modelo educativo E-STEM, un innovador sistema que abarca cinco disciplinas: Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, destacando por ser pionera en la organización de capacitaciones de este tipo, acorde al currículo de la Academia de Ciencias de Nueva York.

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Por su parte, ASENIR cuenta dos instituciones educativas, de las cuales una de ellas atienda a niños con neurodivergencias como Trastorno por Déficit de Atención, Asperger o Trastorno del Espectro Autista.

Claudia Álvarez Llanos, administradora y coordinadora de gestión en esta institución asegura que la sostenibilidad de sus centros educativos combina un sistema mixto entre pensiones y el apoyo del Municipio de Guayaquil. “Hacemos un estudio de la ficha socioeconómica del estudiante y cada año se elige a niños de escasos recursos para que tengan su escolaridad sin costo”, afirma.

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Álvarez explica que ello es posible gracias a la dirección de inclusión social municipal, “que cada año brinda apoyo a las fundaciones y asociaciones que prestan servicio social a niños, jóvenes, adolescentes y adultos mayores vulnerables con y sin discapacidad”.

El acceso gratuito a la educación no solo alivia la carga financiera de los estudiantes y sus familias, sino que también contribuye a brindar oportunidades equitativas a todos los sectores de la sociedad.

El Instituto Radiofónico Fe y Alegría, como entidad fiscomisional, ofrece educación los fines de semana, dirigida a mayores de 15 años con escolaridad inconclusa. “La metodología se basa en tres parámetros: módulos autoformativos, clases radiofónicas y clases presenciales los fines de semana. Requiere un aporte mensual de 18 dólares, con convenios establecidos con el Ministerio de Educación.”, afirma el Dr. Edwin Beltrán, director nacional de IRFEYAL.

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Otras entidades que se suman a la causa son Niños con Futuro, Fasinarm, Sociedad de Beneficencia de Señoras y los colegios Alemán Humbolt y el IPAC, en modalidad vespertina. 

¿CÓMO SE LAS SUSTENTAN? 

Las instituciones fiscomisionales se definen como establecimientos que mantienen una conexión técnica, administrativa y financiera con una entidad promotora sin fines de lucro, ya sea de carácter misional o laico. 

En este contexto, el artículo 92 del Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación Intercultural establece que las instituciones educativas fiscomisionales, que cumplan con los requisitos, tienen la autorización para cobrar pensiones y matrículas hasta el monto autorizado, de acuerdo con la normativa emitida por la Autoridad Educativa Nacional. Además, estas instituciones tienen la capacidad de realizar aportaciones directas y gestionar contribuciones de terceros externos a la comunidad educativa.

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Es decir que pueden dar su propio apoyo financiero, así como también coordinar la recepción de ayuda económica de otras personas o grupos que deseen contribuir al bienestar de la comunidad educativa y de todos los alumnos.

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