Elecciones 2021: El machismo, un factor que todavía pesa al momento de votar
La última vez que un binomio mixto pasó a la segunda vuelta fue en 2006. Patrones en la sociedad y las organizaciones políticas son parte del problema
Aún pesa. No debería, pero así es. El hecho de que un binomio presidencial esté integrado por dos hombres parece ser un factor que para algunos votantes termina inclinando la balanza al decidirse por una u otra opción.
¿El votante ecuatoriano es machista? No todos, obviamente, pero un porcentaje, a criterio del sociólogo y experto en Sociología Política, Agustín Burbano de Lara, vota en función de que el binomio esté conformado exclusivamente por dos hombres. “Estoy seguro de que debe haber cierta porción del electorado machista... Es un valor cultural que está siendo francamente cuestionado”.
Una papeleta con binomios mixtos será más democrática... Que niñas vean a mujeres ahí es una representación social aspiracional. No solo tienen que aspirar a ser princesas, sino presidentas.
La última vez en la que una dupla presidencial integrada por un hombre y una mujer tuvo claras opciones de llegar a la Presidencia fue en la elección de 2006. El dúo integrado por Álvaro Noboa y Anabella Azín perdió en la segunda vuelta electoral contra el conformado por Rafael Correa y Lenín Moreno. Desde ahí han existido opciones y muchas, pero ninguna de las integradas por una mujer ha estado entre las más opcionadas.
Otro claro ejemplo, la elección de 2013. De los ocho binomios presidenciales, los dos más votados fueron los únicos conformados por dos hombres. En las elecciones de 2017, las dos duplas finalistas estaban integradas por hombres y la historia se repite en la pasada elección del 7 de febrero.
A decir de Dayana León, analista electoral, aún existe en la sociedad patrones en el acceso al poder que están más asociados a los hombres que a las mujeres. Ella los llama “nudos críticos” dentro de la sociedad y de las organizaciones políticas. “Existe una hegemonía al interior de las estructuras partidarias que siguen asignando roles a las mujeres que no son las justas para una gran transformación”, comenta la experta.
Me preocupa que los partidos tengan a eternos candidatos. No existe una oxigenación para determinar nuevas formas de entender la política en el que las mujeres somos actoras.
Esto lo corrobora Ximena Peña, la única mujer aspirante a la Presidencia en la presente elección, quien asegura que el machismo sigue influyendo al momento de construir listas, en la conformación de las directivas, los burós políticos. “Siempre por lo general tiene gran presencia masculina lo que invisibiliza y ausenta totalmente la participación de las mujeres”, replica.
En nuestra sociedad no se ha erradicado el machismo. A eso súmele la disparidad en los recursos económicos entre una campaña y otra. Las mujeres tenemos ahí una desventaja.
A criterio de la también exlegisladora, las organizaciones políticas y la sociedad en su conjunto deben avanzar a procesos de erradicación de ese machismo. Considera que, en parte, contribuye a aquello las reformas al Código de la Democracia que en las elecciones de 2025 obligará a los partidos y movimientos nacionales a postular a binomios mixtos (hombre - mujer o mujer - hombre).
Elecciones 2021: Los 4 millones de votos que inclinarán la balanza en la segunda vuelta
Leer másLeón considera que parte del problema (por darle un nombre) no recae solo en las organizaciones políticas sino también en la sociedad. “Hay que empezar a cambiar estos patrones socio-culturales... Mientras que las organizaciones políticas necesitan cambiar sus estructuras partidarias”.
Para Burbano de Lara, las reacciones de los candidatos presidenciales finalistas, Andrés Arauz y Guillermo Lasso, por lo menos muestran que el tema está sobre la mesa. “En términos electorales, con lo que implica cambiar su postura en medio de la elección y perder un poco de verosimilitud, pero que muestren cierta apertura o extiendan la mano a tesis de grupos de mujeres y feminismo quiere decir que el machismo está en retroceso”.