Elecciones Ecuador 2025: Cuidar el voto en las juntas frente al fantasma del fraude
Los movimientos y partidos organizan el control electoral, con militantes y contratados
A menos de cuatro semanas de las elecciones generales 2025, las organizaciones políticas ya han armado su estrategia para ‘cuidar sus votos’. El control electoral estará a cargo de militantes y de particulares contratados. Aunque esto último no se admite oficialmente.
¿Qué partidos harán control político?
Organizaciones con estructura nacional como Unidad Popular (ex-MPD), que tiene 46 años de vida, no podrán contar con un delegado en cada una de las 40.791 juntas electorales en el país. Su presidente, Geovanni Atarihuana, cree que siempre hay riesgo de fraude. Y menciona como ejemplo lo ocurrido con Yaku Pérez, quien finalmente tras disputar casi voto a voto con Guillermo Lasso, no pasó a segunda vuelta en 2021.
Elecciones 2025: candidatos estudian la opción de concesionar las cárceles
Leer másUnidad Popular aspira a cubrir con militantes el 10 % de las juntas. “Estar en todas es imposible, salvo para quienes tienen recursos ilimitados. Convocamos a las bases y a movimientos sindicales”, dice. Desarrollaron un sistema de captura y procesamiento de actas a través de la aplicación Ponte Pilas, que funciona con teléfonos inteligentes. Así tendrán una proyección de los resultados.
“Sobre el millón de dólares cuesta un sistema de control. La RC y (Daniel) Noboa pueden pagarlo. Nosotros haremos una muestra estadística de cantones, parroquias y provincias, un pequeño sistema de control electoral, con compañeros del partido, para tener la tendencia nacional de la votación”, comenta Gustavo Vallejo, presidente del Partido Socialista Ecuatoriano, con 99 años de historia.
¿Qué hará la Revolución Ciudadana?
Franklin Samaniego, quien busca la reelección por la Revolución Ciudadana, dijo que esperan tener un delegado en cada junta a escala nacional. En los pasados comicios cubrieron el 95 %, precisó. “La situación es complicada, con un Gobierno que no ha respetado la Constitución. Dudamos del accionar del Consejo Nacional Electoral (CNE), por eso pondremos el contingente necesario”.
Añadió que el control electoral es un apéndice de la campaña, que se hace con una estructura organizada de militantes, de lo provincial a lo cantonal.
El riesgo en algunos lugares del país
En otro extremo, Alfredo Serrano, presidente del Partido Social Cristiano (PSC), sostiene que en todas las votaciones es importante el control electoral. Deben acreditar a los delegados hasta ocho días antes de los comicios, según el CNE.
“Por regla siempre lo hemos hecho y no como partido, pues cada candidato, desde su localidad, arma su estrategia. Claro, hay líneas generales para hacer el control de modo eficiente. Pero en resumen, el delegado no solo retira la papeleta de los asambleístas provinciales sino las del binomio presidencial y asambleístas nacionales”.
El control electoral cambiará en este 2025, admite Serrano, quien busca volver a tener una curul. “Hay que tener cuidado y no ir a lugares de alta peligrosidad en Durán, Manta y Guayaquil. No contamos con la estructura para dar seguridad a nuestra gente”.
¿Contratarán a no militantes para esa jornada? Serrano reitera que depende de cómo cada candidato se organice para cuidar sus votos. Acepta que también suelen pagar 10, 20 y hasta 30 dólares por el día a personal contratado; o llevarles a los militantes desayuno, almuerzo y cena.
Las alianzas para el control
Jimmy Jairala, postulante presidencial por Centro Democrático, cree que se debe impulsar una reforma legal para que el control electoral no sea un privilegio de las “grandes chequeras”. Adelanta que sus militantes estarán en las juntas, pero que se aliarán con otros partidos. “Los gastos son muchos y la confianza poca”, manifiesta.
También, el socialista Gustavo Vallejo comenta que ellos buscan un acuerdo con Unidad Popular y Pachakutik para hacer un control electoral conjunto. Más allá de tendencias, localmente los candidatos comparten actas con otros, y en ocasiones eso salva elecciones, advirtieron otros consultados que prefirieron no ser identificados.
¿Van a defender su voto?
Para Juan Fernando Flores, presidente de CREO, cuando hay incertidumbre sobre un proceso electoral se hace más necesario el control. Ellos van con la campaña ‘Yo defiendo mi voto’, de la que evita dar detalles. “Las actas son la muestra real del ejercicio del voto. Matan el resultado que pueda presentar cualquier autoridad”, asegura. Y recuerda que él vivió muchos años en Venezuela y fue coordinador electoral junto a Henrique Capriles, María Corina Machado y Leopoldo López.
¿CREO contratará personal para cubrir todas las juntas electorales? Flores se excusa de responder, pero afirma que sí es posible tener 41.000 personas en el control electoral.
Con su estructura, llamada ‘Territorio CREO’, con mujeres y profesionales, habrá delegados en cada centro de votación. Ellos esperan tener en determinados puntos un equipo para el sondeo a boca de urna, para conocer la intención de voto; en otros, la tendencia electoral; además de recuperar todas las actas.
En el 2017 Guillermo Lasso dijo que no confiaba en el Consejo Nacional Electoral (CNE), por lo que presentó una red de control con más de 40.000 personas en las juntas.
¿Qué hará ADN?
Adrián Castro, quien busca la reelección por el oficialista ADN, señala que en Azuay disponen de unos 1.200 voluntarios por cada parroquia y cantón, de colectivos y también del movimiento. Esperan cubrir el 90 % de las juntas electorales, que en esa provincia son 1.900, según el CNE.
Todos las organizaciones saben que el resultado se puede perder sin un buen control electoral. En esa línea, el expresidente Jamil Mahuad, del Grupo IDEA, destaca que lo ocurrido en Venezuela dejó una suerte de “pedagogía electoral”. En ese país, un millón de personas participaron en ese proceso, lo que les permitió contar con el 73 % de las actas, su sustento para afirmar que Edmundo González ganó las elecciones presidenciales. Nicolás Maduro se posesionó sin mostrar las actas.
Con el acta se objeta el resultado
Para el experto Fausto Camacho, hay dos formas de tener una persona en cada junta: base social o contratando. “Un control electoral a medias no funciona, solo arroja la tendencia. Sin actas no se puede objetar una proclamación inicial del CNE”. Al calcular el costo de contratar personas para hacer el control, explica que hay que multiplicar las aproximadamente 41.000 juntas por $ 20, que más o menos es lo que se cobra por el día de trabajo. Más los digitadores y personas para escanear las actas en los centros de control.
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