Elecciones Ecuador 2025: en distrito 4 de Pichincha piden que no se olvide al campo

De los 3’089.473 habitantes que tiene Pichincha según el último censo realizado por el INEC, 409.751 viven en Cayambe, Pedro Moncayo, San Miguel de Los Bancos, Puerto Quito, Rumiñahui y Mejía. Estos cantones forman la circunscripción 4 de la provincia y elegirán cuatro asambleístas el próximo 9 de febrero.

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Se trata de zonas donde la producción agrícola, de productos lácteos y la promoción del turismo de aventura, comunitario y sostenible se han vuelto sus puntales. Son cantones que rodean a la capital del país y que reclaman atención, pues como dice Maira Aguilar, habitante de Pedro Vicente Maldonado y miembro de una organización de mujeres en el cantón del noroccidente de Pichincha, se requiere “que los asambleístas cumplan con legislación y fiscalización para todos los sectores. A veces se piensa solo en lo urbano y de lo rural se olvidan”.

La importancia de la visita de campo

Según su criterio, es importante que se tome en cuenta la realidad y para ello, los asambleístas deben visitar los cantones y conversar con la gente, para que así creen leyes que puedan llevarse a la práctica en beneficio de todos.

Una de las prioridades para los campesinos de Cayambe es la legislación que fomente la agricultura, porque “el campo está abandonado”, dice Rodrigo Inlago, expresidente de la Federación de Organizaciones Populares Ayora Cayambe (Unopac). Señala que les falta apoyo para poder cultivar la tierra a menor costo y espera que sus asambleístas se concentren en ello.

Por su parte, Miriam Guerrero, activista y defensora de derechos, considera que entre los temas principales deben estar reformas al Código de la Niñez y Adolescencia para que los padres cumplan con sus obligaciones con sus hijos; buscar mecanismos para que más procesos se resuelvan por mediación y se descongestionen las vías judiciales y así los jueces puedan concentrarse en temas urgentes.

Legislación aterrizada para los más vulnerables

Guerrero coincide con un habitante del otro extremo de la provincia, Diego Calderón, coordinador de la extensión de Mejía de la Casa de la Cultura, en que son necesarias acciones en el ámbito social y cultural para reducir la inseguridad y violencia que afecta al país en los últimos años. Ella pide a los legisladores un trabajo desde su ámbito para dar apoyo a las familias que son víctimas de la violencia o que viven en condiciones de vulnerabilidad.

Calderón menciona la campaña “Menos violencia, más cultura”, que tiene el objetivo de ayudar a frenar la inseguridad. A los asambleístas les pide declarar la cultura en emergencia para contar con presupuesto, a través de los gobiernos locales y poner en práctica actividades que permitan reducir el miedo de la gente y así restarle espacio a la delincuencia. Por otro lado, pide reformas a la Ley de Cultura para mejorar la situación de quienes trabajan en ese sector, pues afirma que aún es muy baja la cantidad de artistas registrados que cuentan con seguridad social, por ejemplo.

Desde el Comité Barrial Jardines de Capelo, ubicado en el cantón Rumiñahui, su presidenta, Giana Navarrete, espera que los asambleístas lleguen con un compromiso firme con sus electores y les pide que trabajen de la mano con los barrios, escuchando sus voces y considerando sus propuestas. A Navarrete y sus vecinos también les preocupa la inseguridad y creen que la Asamblea debe tomar medidas concretas para ayudar a combatir la delincuencia.

En otro ámbito, Guerrero y Aguilar coinciden en que los legisladores no deben olvidar su obligación de fiscalizar, pero sin sesgos ni direccionamientos. Por su parte, Navarrete considera que requisitos fundamentales para ocupar una curul son la honestidad y la transparencia.

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