Voto juvenil: Una cita cívica para un 'bautizo democrático'
Aunque facultativo, más de 650.000 ciudadanos de entre 16 y 18 años estaban empadronados para sufragar
Desireé Roche tiene 17 años. De lunes a viernes su principal preocupación son los exámenes del bachillerato, por lo que este sería un domingo para estudiar; pero la cívica impuso un escenario donde, por primera vez, tendrá voto para decidir un mejor futuro.
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‘‘Creo que la política aquí es inestable, o mejor dicho difícil. Sin embargo, siento que puede mejorar si tomamos buenas decisiones’’, le comentó a EXPRESO mientras se alistaba para ejercer su voto en la Universidad Católica de Guayaquil, acompañada de sus padres y hermanos. Roche es la más joven de la familia y decidió votar porque le gustaría ‘‘aportar en algún cambio que sea bueno para el país’’.
Al próximo presidente, dijo, no le pide mucho: ‘‘Que de verdad le dé un buen futuro al país, además que muestre transparencia, que cumpla con las propuestas’’.
Según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), alrededor de 655.000 jóvenes de entre 16 y 18 años están empadronados para ejercer su voto, si es que desean, pues es facultativo. Pero algunos aprovechan que se les acredita una gran responsabilidad para involucrarse en el destino del país, con civismo y seriedad.
‘‘La política en Ecuador parece un gusanito, lleno de altos y bajos, pero hoy en día lucha contra la corrupción y está llena de oportunidades para el cambio’’, analiza Luciana Elías, quien es presidenta del consejo estudiantil de su plantel educativo. ‘‘De las personas que saldrán de esta papeleta, espero innovación, puesto que por muchos años los candidatos han ofrecido lo mismo pero parafraseado’’, opinó la joven. Agregó que tiene fe en un mejor rumbo político: ‘‘Tal vez cuando, en un futuro, ser político ya no sea sinónimo de peligro, quisiera ser la primera presidenta del Ecuador’’.
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Leer másSantiago Cárdenas aún se muestra como un infante en su cédula, pero ya tiene la edad para elegir presidente. Él, con modestia, prefiere encomendar esta jornada a la fe. ‘‘Deseo que quien tome las riendas del país se transforme en un auténtico orientador para toda una nación. Con la bendición de Dios. Nuestro país merece mucho más de lo que ha obtenido hasta el momento’’, manifestó.
Cárdenas, como otros colegiales, ve las elecciones como ese primer paso para cumplir un deseo muy noble: servir. ‘‘En lo personal, sí desearía participar en la política en algún momento. Ecuador requiere líderes que operen con integridad, que persigan auténticamente el avance y que no se limiten a promesas insostenibles’’, expresó el joven de 16 años.
En Quito, en el sector El Condado, en el norte, Juan David Moncayo y Edgar Lema, dos amigos que residen en La Ofelia, acordaron reunirse para ir a votar en el Colegio Andrés Bello. Indicaron que prefirieron llegar temprano porque luego tenían previsto reunirse con otros compañeros para terminar un trabajo de Física.
Moncayo tiene 17 años y mencionó que aunque el voto es facultativo para los adolescentes, sufraga porque necesita la papeleta de votación para los trámites que deberá realizar cuando ingrese a la universidad. “Yo no votaría, pero mi madre me dijo que suelen pedir ese certificado y no quiero pagar multa”, indicó.
Lema, por su parte, declaró que sufraga porque “hay que cumplir con el país” y le pidió al nuevo presidente “facilidades para que los jóvenes encontremos trabajos que nos permitan estudiar y ayudar a la familia. También luchar contra la inseguridad y ver soluciones verdaderas contra los apagones”.
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Leer másPaula Llusca, alumna de 18 años, acudió al recinto electoral en el Colegio Central Técnico (norte) en compañía de sus familiares, que también debían sufragar allí. La joven era una de las pocas personas de su edad presentes en el exterior de las mesas. La bachiller aseveró que votaba “con la esperanza de que el siguiente presidente pueda cambiar y mejorar al país. Que haga relaciones con otros países y que traiga buenos acuerdos. Que se enfoque en la economía sin dejarse influenciar y que, obviamente, arregle los problemas que ha traído la corrupción”.
Hacia el centro de la urbe, en el Colegio Mejía, votó Dylan Mosquera, de 18 años. Reveló que lo que anhela del próximo jefe de Estado es que cumpla lo que planteó para obtener el voto. “Nunca pasa, no saben cumplir lo que ofrecen”, dijo el joven con seriedad tras sufragar.
Aunque teme que no se concreten los ofrecimientos, tiene claro en qué debería enfocarse el próximo primer mandatario. “Lo importante sería trabajar por la seguridad, que es lo que más afecta, y la educación, pues tiene muchas fallas el sistema educativo. Posteriormente, debería impulsar los avances tecnológicos, aprovechar los recursos e infraestructura para tener más empleo en el país”, mencionó.