Las elecciones esquivan las limitaciones de la pandemia

Restricciones hechas a la medida de la ocasión. La decisión de los municipios de Guayaquil y Quito de extender las limitaciones de movilidad, hasta un día antes de las elecciones de segunda vuelta, tiene parcialmente tranquilo al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Aunque nadie lo confirma, todo hace pensar que las medidas adoptadas para evitar contagios con coronavirus durante el feriado de Semana Santa, y cuya evaluación se podría tener recién en quince días, encontraron una excepción para el día de los comicios del 11 de abril.

En Guayaquil, por ejemplo, la restricción vehicular particular vigente desde ayer (de 19:00 a las 05:00) terminará un día antes de las elecciones. Quito, por su parte, dejará de prohibir la circulación vehicular de 22:00 a 05:00 dos días antes del balotaje, cuando ya esté en vigor la Ley Seca y el silencio electoral.

El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, resaltó ayer que se haya tenido en cuenta este detalle, pero aseguró que el organismo electoral no solicitó o tuvo alguna injerencia en esas decisiones tomadas por los alcaldes.

“Por el contrario, estamos pidiendo una autorización para que nuestros funcionarios puedan circular, porque al estar organizando el proceso se mantienen operativos y no pueden parar a las 16:00 (como se estableció en Guayaquil)”, le dijo Pita a EXPRESO.

A diez días de las elecciones, en el organismo electoral no se piensa, ni de lejos, en un posible aplazamiento de las elecciones, como sucedió en Chile, por el incremento de contagios con COVID-19. Al interior del organismo dicen que se respetarán las fechas establecidas en el cronograma.

Por eso el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional y el CNE mantuvieron ayer la octava mesa técnica de seguridad en la que los temas de bioseguridad de las elecciones ocuparon el centro de la atención.

Hay dos detalles que variarían con respecto a la primera vuelta: uno es que se eliminará la recomendación de votar en la mañana o la tarde dependiendo del último dígito de la cédula. Lo otro es que el control del aforo se hará a nivel de la Junta Receptora del Voto (JRV) y no del recinto electoral, para evitar las filas en las calles, tal como pasó en primera vuelta.

No es la única preocupación que ronda a los consejeros electorales. José Cabrera explicó ayer que ante la posibilidad de que se repita o aumente el ausentismo para la conformación de las JRV, lo que acarreó un mayor número de inconsistencias en primera vuelta, el CNE emitirá tres cadenas nacionales diseñadas para capacitar a la ciudadanía, en general, sobre cómo se hace el escrutinio y el llenado de actas; cuál es el procedimiento de digitalización de las actas y el rol de policías y militares en el proceso.

Eso, por si a un ciudadano que no estaba obligado a capacitarse, le toca completar la mesa de votación el día mismo de las elecciones.