Los precios fijos en el combustible pende del contexto económico

Tras la divulgación de los decretos 230 y 231 que le dan poderes al presidente de la República para establecer, “de manera excepcional”, precios fijos para los combustibles derivados del petróleo para el segmento automotriz, saltan las dudas de cuánto tiempo durará dicha medida.

En el documento 231, que se refiere a los cambios implementados para que deje de regir el sistema de bandas en los precios de las gasolinas extra, extra eco, diésel 2 y diésel premium se indica que: la “medida podrá ser revisada según la situación económica y de las finanzas públicas, de conformidad con la normativa vigente”.

Esta situación preocupa a Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo del Ecuador porque la expectativa era llegar a la liberación de precios para poder traer combustible de mejor calidad y que de esta forma también se ofrezca un mejor producto con mayor rentabilidad. “Al no liberalizarse la comercialización, no se puede importar combustible de mejor calidad y vamos a seguir atados al mismo proveedor de siempre (Petroecuador) que si bien es cierto es un derivado que se ajusta a normas, estas normas son caducas que debieron ser actualizadas hace 20 o 30 años”.

La analista económica Mariana Mero señala que esta decisión responde a una estrategia política más que técnica y económica basada en la realidad actual que vive en el país.

“Estoy de acuerdo que el país tiene que eliminar los subsidios. Porque no hacen bien a la economía, sin embargo, esta eliminación gradual del subsidio no se ha hecho con cálculos técnicos ni datos transparentes. Ya que tenemos una gasolina de baja calidad y más cara que en Colombia, por ejemplo”.

No obstante, Erazo y Mero esperan que próximamente se ejecuten una revisión profunda de los “gastos superfluos que se tienen en el presupuesto general del Estado” para aplicar otras decisiones que permitan ayudar de mejor manera a la economía nacional.