La presentadora ya había confesado que había sido víctima de abusos sexuales, pero nunca quiso explicar lo que había sucedido, hasta ahora.

Ellen DeGeneres desvela los abusos que sufrio por parte de su padrastro

La presentadora cuenta por primera vez que el marido de su madre, entonces enferma de cáncer, quiso sobrepasarse con ella cuando tenía 15 años.

A Ellen DeGeneres también le pasó. Una de las presentadoras de televisión más famosas de Estados Unidos ha roto el silencio sobre los abusos sexuales que sufrió cuando era una adolescente. Aunque en ocasiones anteriores la comediante y actriz había revelado que fue víctima de acoso, hasta ahora nunca había entrado en detalles.

DeGeneres contó en el programa de entrevistas de Netflix ‘No necesitan presentación’, conducido por David Letterman, que su padrastro le tocó los pechos con la excusa de que había notado un bulto, justo después de que a su madre le habían realizado una masectomía. La historia es parte del adelanto de la segunda temporada del programa de Letterman, que arranca el próximo 31 de mayo en la plataforma digital.

Cuando DeGeneres tenía 15 o 16 años, su madre, Betty, se casó por segunda vez con “un hombre muy malo”, en sus palabras. Poco después, a Betty le diagnosticaron un cáncer de mama y le tuvieron que extirpar un pecho. Fue entonces cuando el padrastro de Ellen abusó de ella. La adolescente se lo comunicó a su madre, pero esta no le creyó y continuó casada por otros 18 años. “Mi madre acababa de tener una masectomía. Ella tenía cáncer de mama y él me dijo que sintió un bulto en su otro pecho y que necesitaba sentir el mío”, recuerda la presentadora durante la entrevista. “Como yo no sabía nada sobre los cuerpos, no sabía que mi pecho era diferente y... en cualquier caso, me convenció de que necesitaba tocármelo y luego lo intentó una y otra vez”.

“Es una historia realmente horrible, horrible y la única razón por la que en realidad voy a entrar en detalles al respecto es porque quiero que otras chicas nunca dejen que alguien les haga eso”, sostuvo la mujer símbolo de la lucha por los derechos de la comunidad LGTBIQ. “Él intentó echar mi puerta abajo”, dijo Ellen, de 61 años, y casada con la actriz Portia De Rossi desde hace una década. “Yo di una patada a la ventana y salí corriendo, porque sabía que eso iba a ir a más... Y no se lo quería contar a mi madre, quería protegerla, porque sabía que eso iba a arruinar su felicidad”.

Casi medio siglo después, la comediante hizo un mea culpa por no habérselo contado inmediatamente a su madre. “Nunca debí haberla protegido. Tenía que haberme protegido a mí misma. No se lo conté en unos cuantos años y después ya se lo dije”, lamentó en el programa. Sin embargo, una vez que lo hizo, Betty no le creyó. “Realmente no dejé que me afectara. Hasta hace poco, me dije: “Ojalá me hubieran cuidado mejor. Me hubiera gustado que ella me hubiera creído”. Finalmente, su madre se separó después de que la historia del hombre, a quien Ellen no mencionó con nombre y apellido, cambió tantas veces que perdió credibilidad. Ellen cuenta que su madre le ha pedido perdón muchas veces, y que ella se lo ha dado. Aunque puede que aún guarde ciertos resquemores: “Ella se disculpa, pero, ya sabes...”, le dijo a Letterman.

La última vez que Ellen había hablado de su experiencia como víctima de abusos fue el pasado octubre cuando varias personalidades pusieron en duda el testimonio de la doctora Christine Blasey Ford sobre sus acusaciones contra el juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh. “Como víctima de abusos sexuales, me enfurece que la gente no te crea y que te diga ‘¿Cómo puedes no recordar qué día fue exactamente?”, explicaba en una entrevista en el programa Today. “No te acuerdas de esas cosas, de lo que te acuerdas es de lo que te pasó, de dónde estabas, de cómo te sentías”, apuntaba. Entonces solo contó que aquello ocurrió cuando ella tenía 15 años y era “muy vulnerable y confiada”, y que no quería profundizar en detalles.

Pero el movimiento #MeToo inspira sin pausa a que más mujeres se atrevan a contar su verdad. “Nosotras no sentimos que valemos la pena, o tenemos miedo de alzar la voz, de decir no”, reflexiona la presentadora en el episodio de Netflix. “Es la única razón por la que creo que es importante hablar de ello, porque hay tantas chicas jóvenes... Y da igual la edad que tengas. Cuando veo a gente contándolo, especialmente ahora, me enfada muchísimo que las víctimas no tengan credibilidad, porque no nos inventamos estas cosas. Y me caen bien los hombres, pero hay muchos que acaban saliéndose con la suya”, criticó. “Es el momento de alzar la voz. Es el momento de tener el poder”.