La era del emoji  :-)

La era del emoji :-)

Corazón, mono, cara feliz, dedo pulgar... Así de fáciles son las conversaciones en la actualidad gracias a los emojis, palabra que viene del inglés ‘emotion’ (emoción) y del español ícono,

Corazón, mono, cara feliz, dedo pulgar... Así de fáciles son las conversaciones en la actualidad gracias a los emojis, palabra que viene del inglés ‘emotion’ (emoción) y del español ícono, según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Los emojis sustituyen a la lengua convencional, permitiendo transmitir alegría, tristeza, sorpresa, enfado... Y la lista continúa. Seamos sinceros, vivimos en la era de los emoticones, en la que a muchos nos resulta más sencillo expresarnos por medio de caritas amarillas, gatos o aplausos, que escribir una oración completa. Sin embargo, estos dibujos invaden no solo nuestras pantallas. A continuación, una mirada al pasado, presente y (quizá) futuro de estos dibujos.

De su creación a su WhatsApp

Hay diversas teorías sobre su origen. Pero fue el científico de cómputo Scott Fahlman, hace 34 años (1982), quien estableció los dos puntos, el guion y el paréntesis para ayudar a las personas a distin-guir entre mensajes reales o bro-mas. Propuso que se usara :-) y :-(.

Su única instrucción fue: “Léanlo de lado”. Desde entonces, la creatividad ha dado origen a otros muy cómicos, como la carcajada XD, el que saca la lengua :p, la rosa @---, un chino escuchando música d-_-b, o la cabeza de Homero Simpson (_8^(I).

Pero fue en las antiguas conversaciones por Messenger (MSN), BlackBerry (BBM) y hoy WhatsApp, que los divertidos íconos se lanzaron al estrellato y revolucionaron la forma de comunicarnos, permitiéndonos mantener largos chats en lugar de llamarnos por teléfono.

Su lado positivo

Tina Zerega, vicerrectora de la Universidad Casa Grande (UCG), docente de la línea de investigación y nuevas tecnologías, explica que los emojis son un complemento de la comunicación, más que un sustituto del lenguaje verbal. “Es el signo que reemplaza al cuerpo. Antes, el problema del texto era que no había forma de ponerle tono. Uno podía escribir algo, pero no sabía si estaba feliz, ironizando, etc. Hoy, el emoji te da la oportunidad de colocarle gestualidad a ese texto, lo que permite a los lectores interpretarlo mejor”, expresa.

Además, considera que los emoticones ayudaron a Facebook cuando solo tenía la opción ‘Me gusta’ y no la del ‘No me gusta’. “De repente ponían una noticia triste, como la del terremoto, y solo te quedaba esa opción: ‘Like’. Ahora los emojis le dan una dimensión emocional a las comunicaciones, que hace que los sentidos queden un poco más explícitos”, aclara Tina. La red social Facebook ya cuenta con íconos para expresar los sentimientos al ver cada publicación.

De los garabatos en piedras, a los emojis

Para algunos, los ideogramas son muy divertidos; para otros, todo lo contrario. Eduardo Muñoa, máster en Educación Superior, docente de semiótica en la UCG, define que el lenguaje ha retrocedido más de dos mil años de evolución, por culpa de los emoticones y la contracción de las palabras al ahorrar espacio en Internet. “El emoji sería la versión 2.0 del jeroglífico egipcio”, dice el experto. Y agrega: “Siento que cada vez más a los jóvenes les resulta más difícil escribir oraciones complejas. Las oraciones subordinadas están desapareciendo. Una oración completa en WhatsApp se divide en tres y la envían por partes. En ese punto, la tecnología está yendo muy en contra del lenguaje”, opina. Como remitir mensajes es más económico que hablar, la escritura está sustituyendo la oralidad, que es el primer elemento del desarrollo de la lengua, indica.

Un lenguaje aburrido

¿Y q ocurre cundo sta scrito asi? Mensajes ininteligibles: con abreviaturas, sin tildes, sin haches ni mayúsculas, con onomatopeyas, o que consisten solo en emojis. “Produce un infinito aburrimiento. Leer mensajes iguales, uniformes, con las mismas caritas ‘simpáticas’, es tan simplista que le ha quitado atractivo a la emoción de recibir un mensaje de alguien que nos importa”, comenta Cecilia Ansaldo, reconocida crítica literaria, estudiosa de temas de escritura, lingüística, literatura y semiología, miembro correspondiente en la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Asimismo, estas prácticas continuas generan un descuido y pobreza de calidad en escritos de otro orden como: correos electrónicos, documentos laborales o pruebas de entrevistas, según Cecilia Freire, máster en Educación y docente de Lengua y Literatura en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil (UCSG). “La revisión de lo redactado es vital para garantizar la calidad del mensaje antes de ser enviado”, advierte.

“Van a ser personas sosas, aburridas e incapaces de desarrollar una idea compleja”, coincide Muñoa. Y recuerda la manera de escribir de Shakespeare en un texto, al usar más de 46 mil palabras, siendo pocos los términos repetidos. “Disfrute de las palabras y lea a diario”, aconseja el profesional.

Emojipedia

Un problema que presenta el uso de caritas amarillas es la ambigüedad de sus significados, pues no existe una única interpretación. “En la comunicación no importa cuánto avance la tecnología o cuántas diversidades de emojis inventemos, siempre habrá un rango de lo que no está presente y el otro le pone”, explica Zerega y comenta que su interpretación depende de cómo se lo lea, dónde, desde qué emoción, edad, contexto social, etc. Igualmente, los emoticones varían de acuerdo con la plataforma. Es decir, un emoji enviado desde un dispositivo Apple se verá distinto al de un Samsung.

Si quiere dominar el significado real de cada uno, ingrese a Emojipedia (www.emojipedia.org), el diccionario de los emoticones.

Los de doble sentido

Hasta ahora hay más de 1.600 íconos, pero no existen los de connotación sexual. Por eso hay quienes hacen un uso figurado de los mismos. Una encuesta informal en Guayaquil entre hombres y mujeres de 22 a 28 años confirma que hay algunos que activan su imaginación, ya sea por la similitud que tienen con partes del cuerpo o porque representan una acción. Por ejemplo, una banana, berenjena, choclo o melocotón son más que un nutritivo alimento.

En un lenguaje informal

El lenguaje más coloquial es el que más se ha visto influido por las caras amarillas. “Se utilizan más cuando hay más confianza, intimidad y las personas se conocen profundamente, ya que se conectan y sintonizan mejor”, explica el psicólogo Samuel Merlano. En áreas administrativas o académicas, no parece haber influido. “Si es para algo formal, no los usaría para nada. Con gente mayor como mis padres, abuelos, tíos o profesores, jamás he usado un emoji, porque rompe un protocolo, un formalismo”, comenta entre risas Paúl Alvear, de 26 años. Y recuerda las primeras caritas cuando chateaba por MSN, a sus 14.

¡Colección expresiva!

¿Qué haría si una lluvia de oro, plata y una técnica en esmalte se apoderara de sus emojis de WhatsApp y los transformara en piezas de lujo? Así es la nueva línea de accesorios ‘expresivos’ de Estefi Wright: Emojiword. Piezas individuales como pulseras, anillos, aretes, cadenas y mancuernas con emoticones. “Los emojis se volvieron parte de nuestra vida y son una manera visual y divertida de expresar nuestras emociones”, comenta la emprendedora de 33 años de edad y siete en el mercado. Y cuenta que esta tendencia inició en 2014, cuando diseñadoras internacionales como Chiara Ferragni (en calzado) y Alison Lou (en joyería) implementaron los emojis en sus accesorios.

Estefi, que realizó cursos de orfebrería y joyería en Colombia y EE. UU., lanzó bajo pedido su nuevo producto: My Emoji Family, que consiste en una pulsera o collar, compuestos de dijes de caras de emojis para representar a la familia.