El sector privado ve a Muñoz como el 'último chance' de ser escuchado por el Gobierno

Es la última esperanza del sector privado. La designación de María Alejandra Muñoz como vicepresidenta de la República representa una oportunidad para los productores, exportadores y empresarios en general. Todos creen que tras la emergencia sanitaria se necesitaba de un perfil técnico y no de cabildeos políticos o de propaganda gubernamental que fueron poco fructíferos en los primeros tres años de la administración estatal de Lenín Moreno.

Reconocen, presidentes y dirigentes empresariales, que pese a los puntos positivos de la nueva autoridad, diez meses son poco tiempo para cambiar la falta de ejecutividad que ha tenido el actual gobierno. Falta de acciones que también fueron una característica de la gestión del expresidente Rafael Correa.

Pese a que Muñoz tendrá menos de un año en el cargo, diez meses sino hay un nuevo cambio en la Vicepresidencia, Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, considera que si se pueden lograr cambios. Ella estuvo desde 2018 en el Servicio Nacional de Aduanas (Senae) y conoce la problemática tributaria, arancelaria y de tramitología que enfrentan los empresarios ecuatorianos. Por ahí, al tener toda esa información, podría ejecutar cambios en poco tiempo.

Alarcón cree que su gestión en la Aduana fue positiva y, además, cree que podrá dar uso a fondos y planes que tiene el Estado para proyectos de reactivación productiva. Habló, por ejemplo, de un fondo disponible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para armar una mesa de competitividad con 21 millones de dólares. Otto Sonnenholzner no armó mesas de trabajo con el sector privado ni dispuso un destino para esos recursos.

Para él, lo más importante es que el cargo fue entregado a una persona técnica que está un tanto alejada de la habitual contienda política que tenían las otras dos alternativas para la designación: María Paula Romo y Juan Sebastián Roldán.

Los tres son integrantes del movimiento político, que fue reintegrado en el registro electoral en este gobierno: Ruptura. La organización fue parte del correísmo en sus primeros años.

La falta de acciones de los antecesores de Muñoz también preocupa a Henry Yandún, expresidente de la Cámara de la Construcción. Para él, no es época de cabildeos con la Asamblea porque eso, a estas alturas del gobierno, es tema perdido. Múñoz, dijo el empresario, “debe enfocarse en el problema más grave: la falta de empleo y la reactivación. No queremos un vicepresidente para fotos, eso ya tuvimos”.

El cambio de visión también es alabado por la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). Su presidente, Felipe Ribadeneira, asegura que trabajó de cerca con Muñoz durante su paso por el Servicio de Aduanas. Ahí, explicó, evidenció el deseo de mejora de la ahora vicepresidenta -aunque la Asamblea Nacional aún no ha cumplido con la posesión oficial- y su conocimiento de las problemáticas que enfrenta el sector privado será una ayuda a la hora de la toma de decisiones.

Otro gremio que trabajó con Muñoz en la Aduana es la Asociación Ecuatoriana de Empresas de Productos Cosméticos, de Higiene Doméstica y Absorbentes (Procosméticos). María Fernanda León, presidenta del conglomerado, resaltó que en la gestión de la exdirectora general se evidenciaron avances positivos. “Es una mujer sumamente valiente. Es un aliciente que ocupe la Vicepresidencia”, señaló.

Una de las tareas en las que hubo avances pero quedaron acciones pendientes fue la lucha contra el contrabando. León destaca que Muñoz decidió enfrentar ese flagelo aunque no es una tarea fácil.

Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), ve con buenos ojos la designación porque, como los otros empresarios, asegura que María Alejandra Muñoz conoce de cerca los problemas del sector privado. A su criterio, eso permitirá que se desarrolle una verdadera agenda de competitividad.

¿Cuáles algunos de los problemas que deberá enfrentar para apoyar al sector productivo? Díaz cree que es urgente, por ejemplo, “impulsar que la compra pública sea 100% para productos hechos en el Ecuador, con componentes 100 % ecuatorianos”.

También, y en eso coincide con León, el representante textil considera que se necesitan acciones contra el comercio Ilícito y apoyar con estrategias concretas para las exportaciones de bienes manufacturados.