Las enfermedades que ‘pegan duro’ a los millennials
Una investigación de la Asociación Blue Cross Blue Shield (BCBSA), realizada en Estados Unidos, sugiere que los millennials pueden ser menos saludables a medida que envejecen.
La nuevas generaciones parecen tener las cosas más fáciles y resueltas: sus capacidades multitarea y de dominio de la tecnología les permiten desarrollarse a un ritmo acelerado. Sin embargo, estas ‘ventajas’ también podrían estar jugando en contra, específicamente, cuando de su salud se trata.
Una investigación de la Asociación Blue Cross Blue Shield (BCBSA), realizada en Estados Unidos, sugiere que los millennials —personas nacidas entre 1980 y 2000— pueden ser sustancialmente menos saludables a medida que envejecen. El estudio analizó los datos de 55 millones de estadounidenses, de 21 a 36 años, asegurados comercialmente en 2017.
De este grupo de personas, las de 34 a 36 años fueron un 11 % menos saludables que los de la Generación X —nacidos entre 1961 y 1979— de 34 a 36 años en 2014. Tuvieron un aumento de dos dígitos en los diagnósticos de ocho de las diez principales enfermedades analizadas.
Su salud empezaría a deteriorarse a partir de los 27 años, indica el informe. Y, de las diez condiciones que más impactan la salud de los millennials, la depresión mayor, la hiperactividad y la diabetes tipo II fueron las que registraron mayor crecimiento en prevalencia.
Otras enfermedades en el ‘top 10’ fueron: trastorno por consumo de sustancias; trastorno por consumo de alcohol; hipertensión; condiciones psicóticas; enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa; colesterol alto; y el trastorno por consumo de tabaco.
El doctor Vincent Nelson, vicepresidente de asuntos médicos de la BCBSA, se refirió a los resultados de la investigación en declaraciones al portal Healthline: “Si bien las diez condiciones principales que afectan a la generación del milenio no son necesariamente sorprendentes, lo que es sorprendente son las tasas de prevalencia de cada una de estas condiciones en la generación del milenio en comparación con las tasas de las generaciones anteriores”.
No obstante, el 83 % de los encuestados indicó que se consideraban con buena o excelente salud, pese a que el análisis de BCBSA reflejó lo contrario.
Los factores que ‘atacan’ en su mala salud
Deborah Serani, profesora de la Universidad de Adelphi, indicó a Healthline que existen varias circunstancias que rodearon a los millennials en su proceso de crecimiento y desarrollo que contribuyeron a esta situación. La profesional también dijo no estar sorprendida por los resultados.
Los avances tecnológicos: La profesional indica que por la tecnología, esta generación creció sin aprender a mantener el contacto visual, convertirse en expertos en la lectura de expresiones faciales o profundizar la conciencia de las texturas de las emociones dentro de sí mismos u otros.
Exceso de medios e información: “Las historias de terrorismo, desastres naturales o catástrofes que no existían hace generaciones, ahora están disponibles durante todo el día”, dijo Serani, haciendo referencia al ‘boom’ del Internet, que permitió el fácil acceso a este tipo de información.
Acostumbrados solo a ‘ganar’: Según Serani, esto impidió a los millennials conocer “la curva de aprendizaje natural de lidiar con el fracaso y desarrollar la resiliencia. Como resultado, muchos millennials encuentran dificultades para tolerar eventos estresantes, frustrarse fácilmente y evitar demandas para no sentirse abrumados”.
Falta de interacción: “No tener la facilidad que tenían las generaciones anteriores, como la cena familiar y el trabajo predecible y las horas de fin de semana, creó un mundo más solitario para los millennials, envolviéndolos en una burbuja de evitación y aislamiento aún más”, explica la académica.
Horarios sin límites: El efecto ‘workaholic’ (adictos al trabajo) resultó ser dañino. A decir de Serani, esto hace que este grupo se encuentre, en ciertos casos, trabajando los fines de semana y durante las vacaciones. “Nunca tienen realmente ‘tiempo libre’ para descomprimir o descansar. Todos estos casos aumentan los factores de riesgo físicos y emocionales”, señala.