Enfermedades neurológicas: ¿es posible diagnosticar a los bebés en Quito?
Madres con preeclampsia o niños que nacen prematuros, entre otras condiciones, son estudiadas en una unidad del IESS
Cuando una mujer está embarazada, pocas veces se piensa en que el bebé podría nacer con algún problema de salud. Pero, cuando la madre presenta, por ejemplo, preeclampsia (presión arterial alta) o hay un nacimiento prematuro, hay que descartar posibles riesgos neurológicos.
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Leer másEn el Hospital San Francisco, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en el norte de Quito, funciona una unidad de atención temprana y neurodesarrollo, desde octubre del 2024.
¿Para qué sirve?
La neuropediatra Verónica Quintana contó a EXPRESO que el objetivo es el diagnóstico temprano de enfermedades neurológicas y neuromusculares como la atrofia muscular espinal y otro tipo de trastornos como autismo, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y retrasos en el desarrollo.
En esa unidad del hospital del IESS reciben a bebés, con días de nacidos, que son derivados del área de neonatología. Los niños que tuvieron un factor de riesgo, en el embarazo o en el nacimiento, necesitan recibir atención inmediata, sostiene la neuropediatra. "Evaluamos las características del desarrollo y a partir de esas desviaciones intervenimos, nos acercamos a diagnóstico más preciso para poder dar a nuestros pacientes tratamientos dirigidos a modificar su enfermedad".
¿Qué tan novedosa es esta atención?
El neuropediatra Nicolás Espinosa comenta que hace ocho años o más, en la Maternidad Isidro Ayora, también de Quito, se hacían seguimientos a bebés en casos de riesgo. En consulta privada, por ejemplo en el Hospital Metropolitano, señala el médico, se revisan los casos de bebés prematuros, asfixiados al nacer, con riesgos neurológico o neumológico y se hace control y rehabilitación y más estrategias terapéuticas tempranas.
¿Qué ofrece el Hospital San Francisco, del IESS?
La neuropediatra Quintana cuenta que en países europeos o en Estados Unidos, el diagnóstico de un bebé con una enfermedad rara se obtiene cuando cumplió dos o cuatro meses de edad. Pero, en Ecuador, lamenta, los niños reciben diagnóstico a los 3 a 5 años de edad. "Al recibir un diagnóstico tan tardío, el pronóstico es malo".
Un equipo médico de la unidad hace el seguimiento de casos de madres con diabetes gestacional, bebés que no crecieron lo requerido, de movimientos fetales más lentos, reportados en ecografías; movimientos de lengua p fasciculaciones linguales; tono muscular bajo. Eso les permite saber qué está pasando con el niño, también su historia clínica y factores de riesgo, para empezar la exploración.
En la Unidad del Hospital San Francisco cuentan con un neonatólogo, un médico pediatra, un endocrinólogo pediatra y terapista físico, entre otros.
La historia clínica, que arman, está basada en el modelo ecológico, precisa la neuropediatra Quintana. Estudian factores de riesgo biológicos, psicosociales y genéticos, hacen una valoración neurológica para buscar factores de alto riesgo; evalúan el desarrollo, es una escala para hallar o descartar enfermedades neuromusculares, alteraciones en el área motriz, etc.
Al detectar a tiempo, por ejemplo, que la parte más afectada en un bebé es la motora, sospechan de parálisis cerebral y presentan una oferta terapéutica. "Existen modificadores de la enfermedad. Sin un diagnóstico, el niño que tuvo la oportunidad de caminar o sentarse, estará confinado a una silla de ruedas".
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Leer másUn caso
Máximo Damián nació el 6 de octubre del 2024, tras un procedimiento de cesárea de emergencia al que se sometió a su madre. Ella sufrió preeclampsia, por lo que el bebé nació prematuro y se mantuvo en el área neonatal, durante 36 días.
El bebé, que es llevado a las terapias físicas y chequeos médicos por su abuelita Maritza Rosales, tiene riesgo neurológico. La neuropediatra contó que en el nacimiento hubo falta de oxígeno, el pequeño convulsionó. No tiene bronco displasia pulmonar. Se le hará una resonancia magnética, por ahora el desarrollo en cuanto a la edad es adecuado, revisarán sus hitos motores, para saber cuál es su índice de desarrollo y seguir con terapias.
Por ahora, el bebé presenta un tono muscular bajo, pero se comunica bien, se escuchan gorgoteos (primeros sonidos que emite un nene), sonríe, come bien, se mueve cuando lo bañan. En la unidad, los médicos reiteran que el trabajo en casa es fundamental, necesitan que se estimule al bebé y que no falten a las citas en el Hospital San Francisco.
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