Envenenador de perros es buscado con recompensa en Puerto Azul

El vómito, los chillidos altísimos de dolor, el entrar y salir de casa, la ida hasta el veterinario y unas convulsiones finales para morir. Esa escena se ha repetido 18 veces con diferentes familias de la ciudadela Puerto Azul en Guayaquil. 18 perros envenenados, además de dos gatos que se suman a esta lista también.

Carlos Franco reportó la muerte de uno de sus dos perros el 25 de julio pasado en Twitter, al igual que otros vecinos de la cuadra D13 y D14, que según él, es donde se concentra el 90 % de los animales muertos.

Al ser esta una situación que se replicó en varias casas, el Comité de Puerto Azul ofrece desde el 28 de julio una recompensa de $ 1.000 a “quien ayude a identificar al envenenador de perros”, como dice el cartel colocado en uno de los ingresos a la ciudadela.

A pesar de la incertidumbre que esto genera, la única referencia que tiene Carlos, debido a la rapidez con que mueren los perros, es que se trata de veneno para ratas. Eso le han dicho algunos conocidos.

Lo que preocupa a Franco es que de no dar con el responsable de estas muertes, que para él podrían ser causadas por alguien “con problemas mentales”, se corre el riesgo que niños tomen el veneno por error.

“Ponen veneno en fundas con comida, se lo ponen en el patio delantero, en el piso, en los garajes”, relata Melissa Poveda, quien prefiere desde entonces dejar a su Oreo en el patio trasero, a pesar de la poca amplitud.

Otra de las medidas que ella ha tomado es salir con su mascota a sus paseos regulares, pero fuera de Puerto Azul para evitar cualquier peligro.

Carlos ya perdió a su mascota y Melissa no quiere perder a la suya. Ambos, al igual que otros moradores que han pasado por lo mismo, quieren que este ciclo de envenamientos termine. Le tienen fe al anuncio puesto y también a las rondas reforzadas que el mismo Comité ha solicitado para las manzanas mayormente afectadas.