Los escasos voluntarios al servicio militar en Bangkok, a diferencia de nuestro pais
La fe en alguien siempre será la llama que late en el corazón del ser humano; así encontramos que en el templo de Wat Mahbut en Bangkok, decenas de tailandeses veneran a la estatua de Ya Nak para rogar que les libre del servicio militar. Cada año, las fuerzas armadas enrolan cien mil hombres mayores de 21 años; menos de la mitad son voluntarios, el resto es designado en una lotería organizada por el Ejército, que nadie quiere ganar. El resultado del sorteo por postulante lo define el color de la tarjeta extraída de una caja opaca, si es negra no es seleccionado pero si es roja realizará el servicio militar.
Casos como estos, donde la lógica y la fe se enfrentan, generan ranuras en la fe del individuo, pero si analizamos la situación encontramos que al no presentarse voluntarios, reduce las posibilidades de no ser elegidos dado que habrá más tarjetas rojas que no fueron entregadas a voluntarios y que necesitan ser entregadas a “alguien” para cumplir con la cuota anual del servicio militar.
En Ecuador este tema es diferente, vemos largas colas de postulantes que anhelan calificar a la conscripción. ¿Por qué ocurre esto? Realizar la conscripción es abrir la primera puerta para realizar la carrera militar que muchos desean por vocación y otros por el trabajo seguro que promete, con goce de sueldo.
Carlos Cordovez de la Gasca