En Esmeraldas se clama por clases virtuales tras asesinato
Evidencia. En la escena del crimen se recopiló tres indicios balísticos, la policía investiga la muerte violenta.
No hay garantías para estudiar presencialmente. Ese es el sentir de los padres de familia del colegio fiscal Eloy Alfaro, donde fue asesinado el adolescente Darian Quintero Batioja, de 16 años, y resultaron heridas otras tres jóvenes en algunas partes de su cuerpo durante un ataque de sicarios en los exteriores de dicho centro educativo, la tarde del último martes 15 de noviembre.
El asesinato del joven de tercer año de bachillerato ocurrió un día después de que el Gobierno presentó, en Guayaquil, el Plan Nacional Escuelas Seguras y en pleno estado de excepción.
Darian salía de ese plantel educativo, donde se educaba, cuando en la parte de afuera fue sorprendido por dos personas que acabaron con su vida, tras asestarle una serie de disparos, sobre todo en su cabeza.
El menor murió casi de inmediato, al mismo tiempo que los atacantes huyeron del lugar. Minutos después del ataque, al sitio llegaron sus familiares, su madre perdió el conocimiento y se desmayó luego de ver a su hijo postrado en el piso.
La vigilancia es un rato y luego se van. Nosotros pedimos que estén permanentemente.
Hace 15 días, según el testimonio de un padre de familia que pidió el anonimato, un grupo de supuestos maleantes intentó meterse a la unidad educativa presuntamente con la intención de atentar contra Darian Quintero, pero las autoridades llamaron inmediatamente a la policía y frustraron el ataque. Y para prevenir una situación similar, entre los padres y los maestros decidieron contratar seguridad privada.
“Los policías vinieron dos días y luego dejaron de venir. Por eso pedimos a las autoridades de Gobierno que protejamos los colegios con militares afuera cuando los estudiantes entren y salgan porque la juventud se está perdiendo”, dijo un padre de familia, quien denunció que el Distrito de Educación de Esmeraldas estaba queriendo poner a los padres para vigilar los colegios, vistiendo chalecos similares a los que utilizan los policías.
“Nosotros no vamos a exponernos, no vamos a hacer eso. Vamos a tener enemigos y estamos expuestos a que nos metan bala”, agregó la representante de una estudiante que pidió que se suspendan las clases por temor a nuevos ataques.
“Que se suspendan las clases, señor presidente Guillermo Lasso, porque la vida de nuestros hijos está a la deriva, están en manos de los maleantes”, reclamó otra madre de familia que decidió no enviar a clases a sus dos hijos que estudian en esta unidad educativa, ubicada en el centro de Esmeraldas.
El Comité de padres de familia pedirá que se cambie a la modalidad de clases virtuales.
