Soledad Angus, la abogada de las causas feministas
EXPRESO recoge en esta entrega perfiles de ciudadanos destacados que, desde sus campos de acción, han procurado ayudar al país.
Feminista, abogada, mamá. Soledad Angus es milagreña de nacimiento y guayaquileña por convicción. Acá, en esta ciudad, forjó sus conocimientos de leyes y compuso esa lucha que hoy lleva a los tribunales, pero de la que fue consciente mucho antes, cuando niña.
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Leer másMarena Briones y Mónica Vargas fueron las maestras que la llevaron a forjarse como abogada, desde la teoría y la práctica, y siempre teniendo como bandera el feminismo.
Hoy está totalmente sumergida en el litigio con un enfoque de derechos humanos. Ha sido amicus curiae en las demandas de inconstitucionalidad de la penalización del aborto en casos de violación y ha participado activamente con organizaciones de mujeres y derechos humanos en general.
“Vengo de un hogar en que la familia tuvo episodios de violencia. Allí me di cuenta de que algo estaba mal en el mundo”, cuenta.
En su época estudiantil, fue testigo de muchos abusos a adolescentes y en la universidad conoció casos de discriminación y violación de derechos que la hicieron convencerse sobre a qué debía dedicarse.
“Me marca ver el sufrimiento de las familias y la desidia con la que a veces se actúa en el sistema de justicia. Una víctima sola no puede. Por eso hago lo que hago”, dice sobre su oficio.
Lamenta que la justicia no esté sensibilizada en materia de derechos humanos. Por eso está convencida de que la clave de ser mejores seres humanos es la empatía. “Siempre juzgamos posiciones desde nuestra experiencia, pero hay que entender los contextos del otro. Hay que escuchar”, aconseja esta abogada.