Las etnias caminaron al son de los tambores
Los indígenas de la Amazonía acudieron en masa, aunque la gran mayoría no vestía sus trajes tradicionales sí llevaron los instrumentos con los que agradecen a la Pachamama por la vida.
El grito de guerra de cada una de las siete nacionalidades era la respuesta al llamado por la celebración del Día de las Nacionalidades en Pastaza. Se reunieron desde las 03:00 en la sede de la Confeniae (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana), ubicada en el sector de Unión Base, a unos 15 minutos en carro desde la cabecera cantonal, Puyo. Los representantes de las etnias llegaban en buses, camionetas y otros caminando, con el único fin de ser parte de la celebración, que el jueves 11 recordaba 25 años de aquella marcha histórica donde les asignaron de manera legal lo que ancestralmente les pertenecía, sus tierras.
Los indígenas de la Amazonía acudieron en masa, aunque la gran mayoría no vestía sus trajes tradicionales sí llevaron los instrumentos con los que agradecen a la Pachamama por la vida.
Dentro de la sede, en tres ollas gigantes hervía la wayusa (planta nativa del Oriente) y en pequeños pilches se repartía a todos los que llegaban.
Era el inicio de la ceremonia, se preparaba a los hombres y mujeres para que tengan energías y empiecen la caminata de más de una hora desde Unión Base hasta el centro de Puyo.
A las 04:30 empezó el recorrido. La peregrinación fue por la lucha de la independencia económica, mencionó Antonio Vargas, presidente nacional de la Federación Kichwa.
“Tenemos las tierras que se consiguieron hace 25 años en el gobierno de Rodrigo Borja, pero ahora nos preocupa la falta de fuentes de ingreso. Esa será la nueva propuesta que elevaremos al Gobierno”, sostuvo Vargas.
La marcha avanzaba a paso acelerado. La bandera gigante con los colores que identifican a la Confederación era la guía, y el sonido del tambor, flauta y tiguano se escuchó en todo el recorrido.
Los nativos que no alcanzaron a llegar hasta la sede los esperaban en medio camino. Se unían y el saludo era un grito que simulaba a algún animal de la selva o un solo grito agudo.
Rómulo Acacho, también directivo, aseguró que la principal propuesta siempre será defender la vida.
Por su parte, Antonio Kubes, prefecto de Pastaza, sostuvo que estas programaciones incentivan a mantener las prácticas milenarias.
El recorrido llegó a su fin a las 06:30; con fundas o sus prendas de vestir los hombres protegieron de la precipitación a sus tambores, pero sin dejarlos de tocar un solo instante. Bethy Andi, del pueblo kichwa, recompensó a cada caminante con un generoso pilche lleno de chicha de yuca, que fue el mejor regalo al final de la jornada.
Se prepara congreso
A la fiesta de las nacionalidades indígenas de Pastaza asistieron los representantes: kichwa, sápara, shiwiar, achuar, waorani, shuar y andwa. Marlon Vargas, de la etnia Achuar y presidente de la Confeniae, llevaba un cuerno elaborado de barro y con rostro de mujer que lo sonó en varias ocasiones. “Cada uno de los instrumentos son el pronunciamiento de nuestra existencia y la defensa a la vida. Antiguamente con las cornetas se convocaba a las mingas o las reuniones, ahora se busca rescatar estas costumbres ancestrales”, manifestó el dirigente.
Agregó que para el 11 de junio se hará la asamblea de la Confederación, donde se escucharán propuestas sobre la política de la economía dentro de las comunidades que serán expuestas al Gobierno.