Los estados de excepción de Noboa, una receta desgastada que apaga incendios
El presidente de Ecuador, que inició su gestión en noviembre, ha recurrido a esta medida 3 veces y por motivos diferentes
Tan útil como desgastada. Daniel Noboa llegó al poder el 23 de noviembre de 2023. Un mes después, y en medio de una crisis de seguridad sin precedentes, el flamante mandatario recurrió a la carta de seguridad que Gobiernos anteriores utilizaron hasta el desgaste: el útil y 'ajado' estado de excepción.
De ahí, en adelante, Noboa ha decretado cuatro estados de excepción en fechas distintas y por motivos diferentes. Todos, en torno a la seguridad y la crisis energética que aqueja al país.
Pero, qué tan útil en el tiempo puede ser esta medida que, durante el Gobierno del expresidente Guillermo Lasso, se utilizó 23 veces, en dos años y cinco meses de mandato. Siete veces más que su antecesor, Lenin Moreno. "No se resuelven todos los problemas, pero te da ciertas herramientas, que puedes utilizar hasta un cierto tiempo, para apagar en algo un edificio en llamas. No vas a cambiar la estructura, no estas haciendo un sistema contra incendios para el futuro, porque está en llamas, pero te permite tomar acciones constitucionales y legales para apagar el incendio", explica a modo de metáfora el politólogo Manuel Macías Balda.
¿Por qué se dio y qué implica el nuevo estado de excepción?
Leer másEl politólogo y catedrático investigador en la Universidad de Guayaquil agrega que es justo por la falta de tiempo que, probablemente, durante el mandato de Daniel Noboa, que durará aproximadamente 18 meses, los estados de excepción no terminen. Un escenario que, a decir de Macías, es preocupante por la discrecionalidad y la inestabilidad que otorga y desencadena la herramienta constitucional.
"En lo cotidiano, está la inestabilidad en las actividades económicas, productivas y sociales por la incertidumbre que los estados de excepción generan; se desnormalizan las cosas porque estamos sujetos a restricciones o cambios de última hora. En lo profundo, normalizas el uso más discrecional del poder, y en ese transcurso pueden pasar cosas o tragedias que no son sujetas a fiscalización o rendición de cuentas", sostiene Macías, quien agregó que esta herramienta no es la única aplicable, pero sí la que permitir ejecutar acciones extraordinarias de inmediato.
Para el analista político, Giuseppe Cabrera, la figura del estado de excepción no solo está desgastada, también mal empleada, pues explica que los Gobiernos la utilizan como una medida desesperada para atender deficiencias, falta de recursos y la falta de ejecución de políticas públicas efectivas:
"Se desgasta y ha sido usada tantas veces precisamente porque no hay políticas públicas a mediano y largo plazo que atiendan el problema de la inseguridad de manera integral y sostenida. Ha pasado en el mandato de Lasso y, ahora, en el Gobierno de Noboa, han reducido los hechos violentos, pero no los otros delitos que también preocupan a los ciudadanos", acotó Cabrera
Sobre los resultados, actualmente Ecuador se encuentra bajo dos estados de excepción y un conflicto armado interno que, si bien actualmente no restringe o condiciona la movilidad, ha volcado a las fuerzas militares a las calles, sistema penitenciario del país para enfrentar a los grupos criminales que han sido catalogados como terroristas y objetivos militares.
Pese a esto, las muertes violentas siguen siendo noticia diaria. La Policía Nacional confirmó a este Diario, en abril pasado, que el total de muertes violentas en todo el Ecuador durante el 2023 fueron de 7.892 casos frente a los 4.632 hechos dados en 2022. Pero en casi todo el primer trimestre del 2024, se registraron 1.188 asesinatos.
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