La expulsión desafía a Ecuador a garantizar la seguridad interna

A las 10:14 de este viernes 19 de enero de 2024, la esposa, hijos y dos colaboradores de Adolfo Macías, alias Fito descendieron del avión argentino en el que llegaron a la base aérea Simón Bolívar en la ciudad de Guayaquil.

Simultaneamente, el ministro del Interior de Argentina, Guillermo Francos, enfatizó    lo peligroso que resultó para ellos tener en su territorio y se decidió la expulsión inmediata.

Recordó que el fiscal César Suárez (+) fue asesinado el pasado miércoles en cuanto se conoció que investigaba los movimientos migratorios de la familia.

Mientras tanto, en Ecuador la información cada vez fue más escasa. En los exteriores de la terminal aérea se alejó a los periodistas del sitio porque se sospechó de la posibilidad de un atentado terrorista en la zona.

Pasado el medio día, en la Gobernación del Guayas, se reunió el Consejo de Seguridad Pública y del Estado, lo lideró el presidente Daniel Noboa y tampoco hubo declaraciones a la prensa sobre las políticas a aplicar en el territorio tras la llegada de los Macías Peñarrieta.

Entre los ecuatorianos que llegaron de la nación argentina estaban dos menores de edad de 4 y 12 años, hijos de Inda Mariela Peñarrieta Tuárez de 48 años, esposa de Macías y Michelle (21). También: Denny Laine Basurto de 22, Javier Macías Alcívar y ángel Zambrano Chiquito, supuesto amigo de Fito.

De este Grupo, Peñarrieta se ha enfrentado a la justicia por los delitos de: defraudación tributaria, lavado de activos, enriquecimiento privado no justificado y delincuencia organizada desde el año 2017, pero de todos los procesos queda sobreseída.

Diario EXPRESO solicitó a la ministra de Gobierno y encargada del Interior, Mónica Palencia, su criterio, postura y disposiciones a seguir en cuestiones de política y seguridad, pero hasta el cierre de esta edición no emitió contestación.

No obstante, el experto en seguridad Daniel Pontón estima que parte del silencio es porque se mantiene en análisis, las acciones a tomar, porque el tener a la familia del también calificado como narcoterrorista puede servir como punto de partida para varios escenarios.

“Primero tener a la familia acá en el país, puede ser como una herramienta de presión para la entrega de información o rendición del líder. Pero también implica cierto peligro por la cantidad de enemigos e intereses que rodean a este señor”.

Pontón agrega que no solo se trata de garantizar la seguridad de esa familia en donde hay dos menores de edad, sino la de todos los ecuatorianos.

“Debe existir una estrategia lista para usar en caso de que se desplieguen atentados, hechos violentos, terroristas, masacres, o más. No solo es un plan A, sino uno B y tener estudiados los escenarios que se puedan desencadenar y reaccionar acorde a la necesidad”.

Esta situación es muy aparte de las investigaciones que se deben ejecutar a la esposa e hijos mayores de edad de alias Fito, comentó el especialista.

Desde Argentina se conoció que Macías no estaba en ese territorio y que ubicó a su familia en esa nación para brindar una especie de zona segura a sus allegados, mientras él permanece en la clandestinidad.

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