Los factores sobran en el deterioro de los contenedores de basura
Un 25 % está funcionando, pero con algún desperfecto. Arreglarlos cuesta algo más de $ 600 en promedio. Los ciudadanos ‘colaboran’ en los daños
Dejaron de cumplir algunos de sus objetivos. Varios contenedores de basura que están ubicados en diferentes puntos de Quito han pasado de ser una solución para la recolección de desperdicios, a convertirse en el ‘dolor de cabeza’ para ciertos moradores de la capital.
Cuando se implementó este sistema, denominado de recolección mecanizada, entre sus objetivos estaba mejorar el ornato, la salud pública y el medio ambiente de la ciudad, pero cada una de esas premisas se ha ido disolviendo por el mal estado en el que se encuentran los recipientes metálicos.
En Turubamba, en el sur de Quito, no es extraño encontrarse con contenedores sin tapas que están lejos de embellecer el aspecto del barrio. Y ni qué decir de los olores que de ahí se emanan. Los habitantes de la zona prefieren evitar pasar cerca por miedo a pescar alguna enfermedad.
(Le invitamos a leer: Las cocinas, escenario habitual de los incendios en la ciudad)
Mariana España tasó en no menos de dos años las averías de los contenedores y lamenta que la anterior administración municipal se haya descuidado en el mantenimiento. Espera que las actuales autoridades tomen cartas en el asunto, pero urgente, porque el olor es nauseabundo, más ahora que inició el verano.
Actualmente, en Quito hay 6.599 contenedores en funcionamiento, de los cuales un 25 % (sobre los 1.600) opera, pese a tener algún desperfecto, informó la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo) que explicó que periódicamente se lavan los contenedores para mejorar su aspecto.
Con esa suerte no corrió Pablo Iturralde, morador de la calle El Morlán, en le norte de Quito, que hace dos semanas salió a botar la basura y se encontró que el pedal con el que se abre la tapa tenía una avería y le tocó levantar con la mano una manija que estaba completamente sucia.
“El sistema ya fue arreglado, pero el contenedor y sus alrededores siguen inmundos desde hace varios meses. El que pasa por ahí debe hacerlo tapado la nariz”, aseguró Iturralde.
La gente no cuida, daña y parte de la basura ya está en la calle. Lo ideal sería que los reparen y nosotros como barrio nos organicemos para cuidarlos.
Son tres los principales daños que suelen registrar los contenedores: en sus piezas y partes; en las tapas; y en el sistema de poleas de los pedales para abrirlos.
(También, le puede interesar: El Chocó Andino estará en una exposición en el Museo de la Ciudad)
Pero los ciudadanos también juegan su parte. Aunque en teoría los contenedores son únicamente para basura y residuos domiciliarios, muchos tiran en ellos escombros de construcciones, muebles, enseres y electrodomésticos que por su peso fuerzan la estructura de metal.
Además, se ha reportado el robo de piezas o casos de vandalismo contra estos recipientes metálicos. Incluso, han resultado afectados en accidentes de tránsito. Mariana España agrega un problema más: los camiones de carga que levantan los contenedores para retirar la basura no lo hacen con cuidado, dijo.
Damaris Arévalo dice que aunque parezca increíble, por lo compacto de la estructura metálica, los delincuentes desmantelaron completamente un contenedor que está cerca de su casa, en el sur de Quito. “Lo dejaron en huesos”, señaló.
(Puede encontrar: En un barrio de Quito hacen mingas para recuperar una cancha)
Tras la pandemia surgió un nuevo problema. Los recicladores se han incrementado en la ciudad. “Algunos lo hacen con cuidado y hasta dejan recogida la basura que no les sirve, pero otros lo hacen como les da la gana, desperdigan todo y si se les reclama se vuelven agresivos. Creo que sería mejor pensar en otro mecanismo de recolección de basura”, agregó Iturralde.
En Emaseo no se contempla esa opción, pero tampoco la ampliación de este sistema que se ha implementado en algunos sectores del norte y sur de la ciudad.
Se debería pensar en mejorar su seguridad soldándolos, reforzando la estructura para que no los desmantelen. Los ciudadanos unirnos para impedir los daños.
¿Cuánto le cuesta a Quito el daño de sus contenedores? En lo que va del año se ha procedido a la reparación de unos 600 contenedores por un valor de cercano a los 635 dólares, de los cuales el Municipio cancela un deducible promedio de 300 dólares por reparación.
Comprarlos nuevos puede costar sobre los 2.200 dólares sin contar el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Y para quien sea encontrado atentando contra uno de estos receptáculos de basura, lo que es considerado como una infracción de tercera clase, la multa resulta onerosa: hasta 900 dólares, dependiendo del daño, según el Código Municipal.
