Familiares de niños desaparecidos en vilo por la ausencia de los cadáveres
Angustia. Debido al gran estado de calcinación de los cádaveres encontrados en Taura no se pueden reconocer todavía los cuerposCARLOS KLINGER

Familias de niños desaparecidos esperan resultados de pruebas forenses a cadáveres

Los resultados de las pruebas antropológicas pueden estar listas el 30 de diciembre o antes, sino se buscará otras medidas 

Permanece la angustia en los padres de los cuatro niños desaparecidos en Guayaquil. Este 25 de diciembre de 2024, se encuentran en distintas aulas de la sede de Medicina Legal del cantón, también conocida como la morgue, donde se realizan las pruebas antropológicas para determinar si los cadáveres calcinados encontrados en Taura son sus allegados.

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Padres de niños desaparecidos en Guayaquil  participan de exámenes forences para determinar  si son sus hijos

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Desde antes del mediodía, los familiares de los menores que fueron detenidos por los militares ecuatorianos y luego liberados en una zona desconocida, sin ser entregados a la policía o a sus padres, permanecen en el lugar, pues fueron citados por peritos de Criminalística para que acudan a reconocer aquellos restos humanos.

Otra semana más de espera

La defensa legal de las familias ha indicado a EXPRESO que entre el viernes 27 y el lunes 30 de diciembre se podría tener la respuesta de las pericias realizadas durante esta jornada.

"Si los análisis antropológicos no sirven, tendremos que esperar los de ADN", indicó el abogado Fernando Bastías, representante del Comité Permanente de Defensa de los Derechos Humanos (CDH).

El jurista señaló que esta alternativa podría ejecutarse debido a la gravedad de la incineración de los cadáveres encontrados en una zona de difícil acceso en Taura. Parroquia rural del cantón Naranjal en donde existe una base aérea militar con el mismo nombre.

Por el momento, no hay resultados, lo que incrementa la desesperación de los familiares, amigos y cercanos de las víctimas de una “desaparición forzada” con “responsabilidad del Estado", reconocido así por la justicia ecuatoriana a través de la aceptación de un hábeas corpus.

La jueza Tanya Loor ordenó la activación de protocolos de búsqueda de los menores en todo el país y la creación de una comisión multidisciplinaria que investigue los hechos independientemente del proceso judicial.

La desaparición de Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, y sus amigos Saúl Arboleda (15) y Steven Medina (11) ocurrió la noche del pasado 8 de diciembre, después de una práctica de fútbol en el barrio Las Malvinas, en el sur de Guayaquil. Llevan 17 días de ausencia. 

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