Fasinarm: medio siglo de servicio
Guayaquil tiene una rica historia de acciones solidarias. Creadora de instituciones autónomas, hechas con gran visión social. Así ha forjado organismos para enfrentar y resolver diferentes problemas y demandas sociales. Fasinarm es una de ellas.
Nació hace medio siglo, ha servido y sigue sirviendo a la ciudadanía. Lo hace en asistencia y ayuda psicopedagógica a niños, jóvenes y adultos con discapacidades intelectuales. Fue creada por un grupo de profesionales de Guayaquil. Tuvieron en sus inicios la acción de un colectivo de especialistas hasta ser la institución que sirve a la comunidad.
Hoy que mucho se habla de inclusión social, pocos saben que desde Fasinarm salieron propuestas, gestiones y acciones para que esta no sea un postulado sino una práctica cotidiana, para incorporar a personas con diverso tipo de discapacidad.
Su objetivo fundamental ha sido: “Mejorar la calidad de vida de personas en circunstancias especialmente difíciles, y principalmente de aquellas con discapacidad intelectual y sus familias, a través de la provisión de servicios educativos y de formación ocupacional de calidad, buscando activamente su inclusión en la sociedad; la ejecución de actividades de información, capacitación y asistencia técnica a la comunidad, y el fortalecimiento institucional de organismos públicos, privados y redes del sector social”. Esto lo ha hecho durante medio siglo.
Por eso ha merecido elogios y premios nacionales e internacionales. Pocas instituciones del país pueden exhibir una hoja de servicio y vida como la de Fasinarm, trabajando sin descanso para que los discapacitados vayan por la ruta de la inclusión. Por eso su principal logro es el haber conformado el capítulo Ecuatoriano Glarp y la Red Nacional de Discapacidades.
Cuando se hable de instituciones, políticas y acciones concretas para los discapacitados, recordemos que Fasinarm lo hace y cristaliza desde hace 50 años. Lo efectúa sin propaganda y autoelogios. Lo realiza con la clara conciencia de que su trabajo sirve para que personas con discapacidad sean tomadas en cuenta y valoradas como verdaderos ciudadanos. Esa es la gran obra de Fasinarm. ¡Felicitaciones a esta emblemática entidad! Todos aquellos que se atendieron la han aprendido a reconocer, respetar y a darle la importancia que Fasinarm tiene.