Fauna vieja para Asamblea nueva
Perlas de campaña: Segovia borra y va de nuevo. Kronfle jura que ahora sí se pone a trabajar. Muentes rumbo a la Asamblea con abogados y trolls.
Los trolls de Muentes
Pablo Muentes, el nuevo amigo íntimo de Jaime Nebot que aspira a reelegirse como asambleísta, tiene un pequeño ejército de trolls que moviliza en contra de quien se le ponga por delante. Hace unos meses su objetivo fue María Josefa Coronel, directora provincial del Consejo de la Judicatura; hoy es el periodista Guillermo Lizarzaburo, autor de una investigación que lo vincula con un enrevesado caso de especulación y tráfico de tierras en el cantón Playas. Contra él dispararon esta semana los trolls de Muentes sus misiles salidos de la misma fábrica. “¡Qué me cuentas, mi hermano! Guillermo Lizarzaburo, el vivaracho del chantaje y la mala fama, fue delatado por Pablo Muentes”, tuitea una tal Cielo Moya. “¡Tremendo escándalo, mi gente! Guillermo Lizarzaburo, el rey de las acusaciones falsas, recibió su merecido por parte de Pablo Muentes”, escribe un Omar sin apellido. Así, unos treinta que se siguen entre sí y se retuitean unos a otros: el socialcristiano opera su estrategia de comunicación con la sutileza de una iguana.
El caso es que su estilo de vida parece requerir más abogados que trolls. Con el Banco del Pacífico se enfrascó en una querella sobre unos recibos que, según un peritaje de la Superintendencia de Bancos, Muentes falsificó para librarse de una deuda. El juez Reinaldo Cevallos falló a su favor en primera instancia (ordenó que el banco le pague casi 4 millones) y al poco tiempo se convirtió en juez de la Corte Provincial, sin concursar siquiera. Se dice que sus contactos van de la Corte Nacional al Consejo de la Judicatura. Los trolls son, en realidad, ¿cómo decirlo?, nomás una coquetería. No le hacen falta.
Amantes, artistas y paracaidistas
Leer másBruno desde cero
Un proyecto de reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior para garantizar el libre ingreso a las universidades; otro para el Código Monetario y Financiero, con el fin de resarcir los daños y perjuicios ocasionados por el feriado bancario a los clientes del sistema de cooperativas; una ley para regular y establecer los mecanismos de las consultas previas, libres e informadas en los pueblos y comunidades; un paquete de reformas a la Ley de Minería; una propuesta de reformas legales para establecer el acceso al Internet como un derecho humano... Bruno Segovia quiere volver a su escaño de asambleísta por la provincia del Azuay, que perdió con la muerte cruzada (está en representación de la alianza Claro que se puede, que apoya la candidatura de Yaku Pérez a la presidencia), y en ese empeño no ha encontrado mejor ofrecimiento de campaña que el de hacer todo aquello que no hizo durante los dos años previos en el mismo cargo.
Sin embargo, cuando se le pregunta por qué quiere repetir, responde: “creo que hicimos los deberes”. En la campaña anterior, dice, “ofrecimos inaugurar la honestidad”. ¿Y ahora? Ahora también. O sea que no la inauguraron. ¿Y las reformas al Código del Trabajo, y a la seguridad social, y al Código de la Democracia para tener un verdadero sistema de partidos? ¿Eso para cuándo?, pregunta en Ecuavisa un Lenin Artieda ya al borde de la desesperación. “En esta nueva Asamblea”, responde Segovia, sin inmutarse siquiera.
¿Sueña el correísmo con gas pimienta?
Leer másKronfle: “nada que ver con gobernar”
El socialcristiano Henry Kronfle es otro que aspira a la reelección y ofrece, para la Asamblea próxima, cumplir todo lo que no hizo en la Asamblea pasada: ese proyecto de ley para que los gobiernos autónomos asuman más competencias y reciban el doble de asignaciones presupuestarias, por ejemplo. Lo presentó en agosto de 2021 y, desde entonces, no se puede decir que se haya preocupado gran cosa por moverlo, en un Legislativo enfrascado en cuatro tentativas de golpe de Estado parlamentario una tras otra. Pero ahora sí que se va a aprobar esa ley aunque sólo tenga un año y medio por delante. O aquella otra para que el sector pesquero artesanal “pueda gozar” (así dice) de un buque de georreferenciación que señale dónde están los bancos de peces, y que duerme el sueño de los justos (el proyecto de ley, no el buque) desde marzo de 2022. Ahora sí lo va a impulsar. Jura.
En Radio Democracia se dio mil vueltas el candidato socialcristiano para desmentir que su partido tuviera algún acuerdo con el correísmo, más allá de que juntos intentaran repartirse el Consejo de Participación Ciudadana y conspiraran para tumbar al presidente de la República. Dijo que más veces votaron juntos el correísmo con el gobierno que el correísmo con el PSC. Y que hablar de que la Asamblea no le dejó gobernar al presidente “es irrisorio” porque “la Asamblea no gobierna, la Asamblea legisla y fiscaliza, no tiene nada que ver con gobernar”. Bueno, eso sí está clarísimo.
De gases, palizas y traidores
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