Fausto Cobo: “la crisis carcelaria atenta contra los elementos del Estado”
Dirige el Servicio Nacional de Atención Integral. Es un coronel en servicio pasivo. Dirigió la Academia de Guerra del Ejército y fue asambleísta
Entrevista
Fausto Cobo
El contexto
Al menos 75 millones de dólares invertirá el Gobierno en las cárceles del país en los próximos cuatro años. Cerca de 23 millones se destinarán a la cárcel de Cotopaxi, otros 18 a Guayaquil. Un militar retirado es la apuesta del Gobierno para imponer el orden y recuperar el control de los centros.
El coronel Fausto Cobo asumió el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) cuando motines carcelarios en Guayaquil y Cotopaxi dejaron al menos 27 presos asesinados y más de medio centenar de heridos. En lo que va del año se han registrado más de 130 víctimas de las bandas delincuenciales que luchan por el control de los centros carcelarios. Cobo se adentró en la crisis, visitó varios centros y ya tiene el panorama claro.
- ¿Qué encontró en las cárceles?
- Es un sistema precario, peligroso, anárquico, caótico, está prácticamente, sobre todo los complejos penitenciarios grandes, en condiciones que el Estado tiene problemas en ejercer la soberanía, esa es la gravedad con la que me he encontrado. Además, el sistema penitenciario en crisis es un componente de la amenaza nacional que atenta contra los elementos estructurales del Estado. Ahí está el narcotráfico internacional, el crimen organizado, los carteles de la droga, conectados con el tema penitenciario.
- El presidente anunció la emergencia que no se concretó.
- Jamás el presidente habló del estado de excepción. Habló de emergencia del sistema y eso significa una resolución que la firmé a los seis días por 60 días y vamos a pedir prórroga de 60 más al Sercop. La resolución facilita los procesos administrativos y de obras públicas.
- Se invertirán 75 millones en cuatro años, ¿cuáles serán los primeros resultados?
Mejorar temas de seguridad en la parte prepenitenciaria de Cotopaxi y del complejo penitenciario de Guayas que implica 15.000 personas privadas de la libertad en varios recintos. Ahí está la penitenciaría, la regional 2, La Roca, el CDP, el complejo de mujeres y de apremio, reunidos en un solo complejo, eso es un peligro, hay que poner medidas de seguridad y eso significa inversión.
- ¿Cuáles serían?
- Tecnología. En los tres centros más complicados: Cotopaxi, Guayaquil y Turi se requiere urgente un escáner de carga porque ingresan los vehículos y tienen que hacer un control manual y eso hace que sea vulnerable el ingreso de artículos prohibidos. Es fundamental. En Cotopaxi se requiere escáner con tecnología adecuada porque fueron destruidos en su gran mayoría en el ingreso prepenitenciario, ahí están los filtros y eso es lo que corta la línea de abastecimiento ilegal.
El director del SNAI fue a la Fiscalía para hablar de la crisis penitenciaria
Leer más- ¿Qué otras herramientas?
- Inhibidores para evitar que sigan funcionando celulares y la comunicación hacia el exterior, que también fueron destruidos. Se necesita tecnología antidrones porque son los instrumentos más utilizados en ingresar artículos prohibidos, pero también en hacer conexiones en el exterior, eso hay que proteger. Reforzar infraestructura destruida en Cotopaxi en temas complicados y administrativos. Necesitamos sacar el CDP del sector penitenciario en Cotopaxi al prepenitenciario para que se facilite el ingreso del contacto externo hacia este centro, porque es transitorio, ahí están personas que han cometido delitos de tránsito, de no pago de pensiones y otros. Ellos solo pasarían el filtro uno y dos en Cotopaxi e ingresarían, no pasan por los filtros tres y los interiores a los pabellones y el sector penitenciario. En Turi con la misma concepción de proteger un poco mejor con el tema tecnológico. Los seis meses se llaman impacto, urgencia.
También tenemos que ver la posibilidad de tener un centro penitenciario más, que tiene que tener la especialización de máxima seguridad y con eso terminamos”.
- Usted habló de resultados en dos años.
- En los dos años, corto plazo, vamos a implementar infraestructura que permita en los centros dividir etapas para controlar por partes.
- ¿Ahora cómo funciona?
- Existen los pabellones y las etapas en la parte penitenciaria sin divisiones, eso hace que cualquier acto de violencia en un pabellón contagie y permita que todo el complejo se contagie y se contamine y el control se vuelve difícil, complejo. Hay que dividir con infraestructura que no sea invasiva, porque no podemos, en la situación que estamos, construir con la tecnología anterior de llevar albañiles, máquinas y querer implementar. Ahora hay tecnología que se puede ingresar con infraestructura prefabricada y armar rápidamente muros de seis o siete metros.
- ¿Qué más hará falta?
- Ampliar la construcción de pabellones en los centros que lo permitan, que exista el terreno o el espacio adecuado para no construir nuevamente centros, sino optimizar lo que existe. Hay que buscar la categorización de los centros. Uno de menor peligrosidad para implementar un régimen administrativo y disciplinario que permita fortalecer la rehabilitación y reinserción. El de mediana peligrosidad aumenta el régimen disciplinario y administrativo y puede tener en concordancia el tema de rehabilitación o reinserción. Pero requerimos que ciertos centros sean de máxima seguridad y ahí el régimen disciplinario es más severo.
He visitado algunos centros penitenciarios que realmente tienen que cerrarse. Babahoyo, Cañar, que aún no he visitado, pero ya he visto las condiciones en las que se encuentran”.
- ¿Ahora cómo funciona?
- En estos grandes complejos no se está llevando, así encontramos la clasificación en los pabellones técnicamente, sino que termina siendo por bandas delictivas y hay que terminar y volver a lo técnico. Para eso requerimos tener los espacios suficientes. También está el reforzamiento y mejoramiento de la selección, preparación del cuerpo de vigilancia penitenciaria. Hay que darles buen equipo, capacitación, la calidad, aumentar el número.
- ¿Cuántos más?
- Voy a suspender el proceso que está ahora, en el que estaba previsto regalar el título en dos meses, no hay escuelas, no hay nada, entonces termina siendo un engaño y un peligro.
- ¿Y cuál es la alternativa?
Haremos un acuerdo tripartito el próximo año Fuerzas Armadas, Espe y SNAI. El Estado de todas maneras iba a llevar a cabo el servicio militar voluntario. En el año dos levas, seis meses cada una. En esas levas van a gastar en uniformes, hay alojamiento, alimentación y toda la implementación para el servicio militar. No tendríamos que gastar. El acuerdo dice que en ciertas unidades militares se haga la selección y el llamamiento también para guías.
Soy un viejo soldado y el enemigo, en este caso los criminales, no mandan saludos o felicitaciones. Estamos en esto y tenemos que manejar el tema”.
- ¿Y cuáles serán los requisitos?
- Por ejemplo ser bachiller, entre otros. Ingresan los aspirantes y hacen la capacitación básica, pero se especializan con la Espe y esta les da la preparación para guías, técnica en lugar de estar con la instrucción militar, tienen los módulos. Al final de los seis meses se licencian y pasan a ser reserva. En esa misma ceremonia, la Espe les entrega la certificación como guía que determina el reglamento y el SNAI lo recibe con empleo y les entrega el uniforme y los incorpora. 1.200 guías más el próximo año.