La figura de Pierina genera discordia en el correísmo

Pierina Correa es ahora el objetivo principal de las críticas al interior de la Revolución Ciudadana. “Más política, menos marketing: ¿cómo es posible que Pierina Correa, que no representa nada, que carece por completo de méritos políticos, arremeta contra quienes han sostenido a la Revolución Ciudadana en el duro proceso de estos años?”, escribió el analista político, quien simpatiza con el correísmo, David Chávez.

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Fue una reacción a las declaraciones que la hermana del máximo líder Rafael Correa hizo sobre Marcela Aguiñaga, Luisa González y Andrés Arauz.

Las figuras claves del correísmo en esta contienda electoral han aportado por el silencio, a excepción de Aguiñaga, quien decidió renunciar a la dirección nacional de la Revolución Ciudadana (ver subnota).

Desde el 17 de octubre, Andrés Arauz ha desaparecido de X. En estos dos días, Luisa González se ha dedicado a retuitear la cuenta oficial de la Revolución Ciudadana, que de paso dio por falsas las aseveraciones de uno de los fieles comunicadores correístas. Él indicaba que había fricciones entre las cabezas y que Pierina Correa pidió la salida de Aguiñaga.

Ella lo negó. En una entrevista trato de aclarar los “malos entendidos”. Primero dijo no ha culpado a nadie sobre la pérdida de las elecciones a la Presidencia. “A lo que me refería cuando dije que teniendo Prefectura (del Guayas) se había perdido un asambleísta en Distrito 4, era si los candidatos estaban bien informados sobre las obras de la revolución... Para mí, ser directora de una organización política significa recorrerse el país, fortalecer militancias, ampliar, capacitar, una serie de cosas que consumen tiempo”.

Otros comentarios, como que “Ecuador no está preparado aún para que sea liderado por una mujer”, cayeron muy mal entre el ala más feminista, que impulsa un plan progresista.

“Pierina siempre ha sido honesta con nosotros. Parece que las compañeras que son más de la línea feminista la han calificado de machista, por sus últimos comentarios. Solo es un desencuentro, pero no hay ruptura”, dice un asambleísta correísta, quien prefirió no ser citado.

“Marcela es una gran compañera, no solo fue una gran presidenta, sino una gran líder de la Revolución Ciudadana. Nosotros nos sentimos muy contentos con los liderazgos femeninos, los liderazgos fuertes”, comentó Paola Pabón, prefecta de Pichincha, y aseguró a Teleamazonas que lo importante era impulsar un proyecto progresista.

Desde afuera, los movimientos al interior del partido de Rafael Correa son vistos como “procesos de autocrítica tras la derrota del domingo”, opinó Arianna Tanca, politóloga e investigadora. “Tras perder dos elecciones seguidas (y un gobierno, el de Lenín Moreno) deben realizarse cambios internos en la organización para adaptarse a la nueva coyuntura política. Su voto duro se mantiene y su umbral de intención de voto no crece. Entonces es probable que estén tomando decisiones estratégicas con el objetivo de fortalecer cla organización”, agregó.

La politóloga Koya Shugulí también criticó a Pierina Correa. Dijo que sus apreciaciones eran incorrectas, pues “Marcela ha dado muchísimo por el movimiento” y agregó: “Son la primera fuerza política al interior de la Asamblea. Deberían aprovechar esto, con miras a que en un año van a comenzar las próximas elecciones”. Para la excandidata a la Prefectura de Pichincha, en el partido de Correa es hora de hablar de sororidad desde la práctica y no solo desde el discurso”.

• Movimiento. Luego de las elecciones del domingo, tras conocerse los resultados, comenzaron a surgir las discrepancias internas que han existido siempre.

Aguiñaga habla de ingratitud

A través de un video, Marcela Aguiñaga anunció el 18 de octubre su renuncia irrevocable a la presidencia del movimiento Revolución Ciudadana. La también prefecta del Guayas dimitió luego las declaraciones de Pierina Correa. Aguiñaga recordó que bajo su liderazgo el correísmo logró afincarse en la lista 5 y pudo disputar procesos de elección popular, como las seccionales y las presidenciales. También recalcó que, a pesar de haber perdido la Presidencia de la República, el movimiento logró consolidarse como la primera minoría en la nueva Asamblea y que eso los convierte en la primera fuerza política del Ecuador. “Estoy convencida de que las luchas solo se abandonan con la muerte y que el camino de la política es uno de resistencia, pero también de mucha ingratitud (...)”.

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