El fiscal asume tal poder, que se torna objetivo político
Mariana Yépez y Washington Pesántez, exfiscales, critican el proceso de selección en manos del CPCCS
En abril del 2025, Diana Salazar completará el período de seis años para el que fue elegida. El cargo de Fiscal General del Estado otorga mayor poder que otros, inclusive de elección popular. Lo confirman quienes han ocupado ese lugar en años anteriores. Por eso, quizá está en la mira de grupos políticos.
“Claro que esa dignidad reviste de un inmenso poder, que hay que administrar”, responde Washington Pesántez, fiscal General del Estado de noviembre del 2007 a julio del 2011.
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¿Por qué? Solo él podría enjuiciar penalmente al presidente de la República y a todas las autoridades que gozan de fuero de corte nacional, luego de cumplir con formalidades establecidas en la Constitución.
Si se actúa con sesgo, “el poder puede ser incontrolable, como hemos visto en el país, en donde se persigue políticamente; se favorece a unos y se teje un manto de impunidad sobre otros”, opina Pesántez.
En este mes de julio, desde el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) se ha vuelto a hablar del proceso de selección. Sin embargo, aún no hay una hoja de ruta definida. El Pleno no ha aprobado un reglamento para el concurso.
Proceso retrasado
Uno de los consejeros, Augusto Verduga, precandidato presidencial por la RC, ha dicho que van retrasados, ya que esos procesos no duran menos de un año. No descartó que la fiscal se prorrogue en sus funciones.
La exfiscal Mariana Yépez, quien ocupó ese cargo entre febrero de 1999 y febrero del 2005, anota que el reglamento no debería obedecer a requerimientos políticos. Solo tendría que enmarcarse en los requisitos que señala la Constitución y el Código Orgánico de la Función Judicial. No está de acuerdo con la posibilidad de que se suprima la prueba oral.
“El fiscal es realmente un litigante y un investigador. Pero debe comparecer ante tribunales y cortes para defender su posición. Un postulante nervioso, que no pueda estructurar su discurso como acusador o al presentar pruebas, no podría pasar la evaluación”, indica.
Mecanismo de selección
Pesántez no está de acuerdo con el mecanismo de selección del Fiscal que establecía la Constitución de 1998 ni con el del 2008. Antes, recuerda, había un concurso de méritos y oposición, exámenes oral y escrito; los evaluaba la Judicatura, dirigida por el presidente de la Corte Suprema de Justicia.
La Judicatura enviaba una terna al Congreso. “Ahí se politizaba la selección. Los partidos se repartían la Contraloría, la Procuraduría y la Fiscalía”, detalla el exfiscal y afirma que pese a haber ganado en la selección, con 19,5 sobre 20 puntos, se lo dejó de lado para colocar a un quinto postulante.
Luego, la Asamblea Constituyente lo designó Fiscal. Y recalca que con la Constitución del 2008 se pasó la facultad de manos del Legislativo al Ejecutivo, a través del CPCCS. “Ese Consejo ha obedecido a los designios del poder de turno”.
Otro modelo
El modelo peruano de selección de fiscal le parece adecuado. De entre los fiscales departamentales titulares, (acá son los provinciales) se elige al más idóneo en una convención, tomando en cuenta la carrera fiscal. Se refiere a que la Junta de Fiscales Supremos elige al Fiscal de la Nación de entre sus miembros por un período de tres años, prorrogable por dos años.
Para Mariana Yépez, el o la fiscal debe ser un especialista en el área penal, área técnica, vinculada a la lucha contra la corrupción; tiene que conocer sobre política criminal, no estar comprometido con nadie y ser imparcial. Las circunstancias, apunta, han cambiado.
“No es lo mismo haber sido fiscal hace 20 años que ahora, cuando la narcodelincuencia se ha infiltrado”. A Yépez le impresionó ver a la fiscal Salazar con chaleco antibalas, admite que son las nuevas condiciones.
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