La fragata, sede logística del camarón
Las gabarras zarpan llevando insumos y regresan con los frutos del mar. Las barcazas cobran más o menos 1.000 dólares por una hora de navegación.
El camarón oculta la debilidad de las ventas hacia el exterior
Leer másEl escandaloso olor del camarón invade el muelle de La Fragata, en el sur de Guayaquil. Desde allí salen los insumos y el personal para las camaroneras ubicadas en el Golfo de Guayaquil. Y arriban los cargamentos de crustáceos procedentes del mismo lugar.
El pequeño puerto, sin tecnología, alberga la logística de una gran parte de la industria camaronera, que por exportaciones este año moverá casi 4.000 millones de dólares. Está ubicado al fondo de la ciudadela Los Esteros. Desde el lugar se divisa uno de los puentes de la Perimetral. Y si se navega hacia el sur, por el Salado, se puede ver el Puerto de Guayaquil.
La actividad en La Fragata no cesa ni de día ni de noche. Son las seis de la mañana y una gabarra está a punto de partir, tras el estibaje que empezó en la noche. A esa misma hora, una cuadrilla de trabajadores carga otra barcaza con 1.200 sacos de cal mientras ingresan dos camiones con tanques de larvas. El capitán de una de las gabarras, José Rivera, explica a Diario EXPRESO que, por lo general, una sola empresa utiliza toda la plataforma y la aprovecha al 100 % por el elevado precio del alquiler. Por una hora de navegación se pagan 1.000 dólares.
La cantidad de basura que hay en las orillas del estero llama la atención. El capitán dice que “cuando hay aguaje llega más”, pero ese es un problema que deben atender las autoridades y no ellos, que no son los responsables.
Cada vez que parte una barcaza, otra entra al estibaje. Las hay de todos los tamaños. Una de 59,4 metros de largo por 10,7 de ancho puede movilizar hasta 1.500 toneladas.
En los días de aguaje la actividad se incrementa. Según los registros de la Capitanía del Puerto de Guayaquill, quince gabarras tramitan zarpes para salir desde el muelle de La Fragata hacia el Golfo de Guayaquil. Otras veinte salen desde otros puntos de la ciudad. Y es que también es utilizada la Playita del Guasmo y embarcaderos que hay en Caraguay y por el puente de la A.
Pero al embarcadero no solo llegan trabajadores, sino personas que consumen drogas y que permanecen con la mirada perdida en el agua; no se inmutan con la presencia de nadie.
Quienes sí están muy alertos son los celadores privados que brindan seguridad a los camiones que llegan por los cargamentos de camarones.
En el lugar no se ve a la Policía Nacional, pese a que en el sitio se mueven insumos y productos valorados en miles de dólares. El embarcadero de La Fragata es una zona singular, que hace recordar a la escena de la rebusca que describe la Biblia. Se trata de una acción de buscar y recoger el fruto dejado en los campos, de manera intencionada o no.
De esa rebusca se beneficiaban los pobres, el residente forastero, huérfanos y viudas. La del embarcadero de La Fragata tiene la misma esencia, pero allí se recogen los frutos del mar que resbalan de los bins (tanques) durante la carga. Dos jóvenes utilizan pedazos de cañas como ganchos para atraer hasta sus manos los pocos camarones que caen al piso del cajón del camión.
Los bins (recipientes donde se guarda el camarón) están cerrados y de allí no se puede tomar nada; pero los adolescentes siempre pescan algún camarón al repasar el gancho de caña en la plataforma de cada camión. A veces logran llenar una funda. A veces los venden; a veces se los almuerzan.
A lo largo del día, llegan más camiones, más trabajadores, más guardias de seguridad privada, más rebuscadores, pero ningún policía.
El proceso de carga y descarga de las gabarras no cesa en La Fragata. Se trata de una de las sedes más importantes de la logística del camarón, el principal producto de exportación de Ecuador, después del petróleo.
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Leer másEl personal
Los trabajadores, pescadores o cangrejeros viajan por el Golfo de Guayaquil sin ponerse chalecos de salvavidas, lo que debería ser una norma de seguridad que no se debe pasar por alto. La mayoría se confía en que saben nadar y otros dicen que no les queda otra y que deben llegar a sus lugares de trabajo, que pueden ser camaroneras, o van de pesca o viajan para capturar cangrejos.
Fila de camiones
En la orilla del muelle de la Fragata se forman filas de camiones que transportan tanques (bins) llenos de camarones. Un solo bin puede tener unos 500 kilos de camarón. Al precio del mercado local el precio del producto de un solo tanque sería de unos 3.000 dólares. Durante el día son varios camiones cargados de bins que hay en la zona. Lo que evidencia que en el lugar se mueven miles de dólares, de uno de los productos que más se exportan.
Los cangrejos
El muelle de La Fragata también es utilizado por los cangrejeros y pescadores, pero en menos frecuencia. Estos grupos llegan más al muelle del mercado de la Caraguay. Salen rumbo a su faena en la madrugada y empiezan a regresar desde las 14:00. Ellos comentan que los robos en el Golfo de Guayaquil suelen aumentar en diciembre, porque es cuando también sube el tránsito de las embarcaciones.