DECIMO SEPTIMO DIA DE (8425372)
Quito. El Liceo Matovelle ayer lució así. Luego de albergar el primer día de diálogo, el ambiente es de tranquilidad.GUSTAVO GUAMAN / EXPRESO

La mesa de diálogo está subordinada a que baje la tensión en las calles

El diálogo ahora está condicionado a que la Conaie levante la medida de hecho. Leonidas Iza llama a dar paso a alimentos, gas y más

Se cambiaron los papeles. Ya no es la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) la que condiciona el diálogo, ahora es el Gobierno nacional. Con este giro en el escenario, el retorno del Ejecutivo a la mesa de conversación está subordinado solo a una condición: que el movimiento indígena levante la medida de hecho.

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“La línea del presidente es clara. No se ha cortado la comunicación con las bases. Es claro que el señor Iza tiene otros intereses. Hasta que no den una señal clara y contundente de que no seguirán con la medida de hecho, tenemos que mantenernos en la misma línea de no seguir en el diálogo”, dijo ayer el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez.

Mientras el Gobierno asienta su posición en la mesa, la dirigencia indígena pierde oxígeno y baja la guardia. Eso se nota en el discurso y en la forma. Un Leonidas Iza, ya no ante miles en el ágora de la Casa de la Cultura, sino frente a una fogata rodeado con unos cuantos dirigentes, apareció la noche del 28 de junio (el día en el que el diálogo entró al congelador) a pedir a sus huestes que permitan el abastecimiento de gas, alimentos e insumos de emergencia. “Eso es lo que está generando una distorsión en nuestra lucha”.

Sin embargo, este discurso un tanto menos beligerante que el de días anteriores dista de la posición de adoptan otras organizaciones afines a la Conaie. La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) llamó a reforzar las medidas de hecho. En el mismo tono se pronunció el Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC).

Ante este escenario, la politóloga y decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad SEK, María Paz Jervis, considera que el diálogo estuvo roto desde el primer día. A su criterio, para conversar no solo basta con decirlo, sino tener la postura y estar dispuesto a ceder y eso no lo ha visto, sobre todo del lado del movimiento indígena. “Más allá de lo evidente, que el Gobierno dice que suspende el diálogo, este ya estuvo roto desde el inicio. Desde que hubo una serie de exigencias. Desde que una de las partes cuenta con mediadores tendientes a respaldar sus posturas”, comenta Jervis, quien considera que no existen las condiciones para un diálogo neutral. “Por eso los ciudadanos estamos pagando un alto costo”.

Diego Ordóñez, consejero presidencial, refuerza la posición de Jiménez. Señaló que el Gobierno nacional está abierto el diálogo, sobre todo con el movimiento indígena. “Es importante que para que ese diálogo pueda prosperar, tienen que haber interlocutores que estén en la línea de dialogar porque no se puede sentar con alguien que le quiere destruir”, dijo.

Insistió en la posición oficial que señala al titular de la Conaie, Leonidas Iza, como conspirador y de querer derrocar al presidente Guillermo Lasso. Esto sumado a las movilizaciones, bloqueos de calles, agresiones a periodistas y productores desdice de la voluntad de diálogo que esgrime la dirigencia indígena. Asegura que ahí hay una disonancia frente a la que la única respuesta es que se levanten de    la mesa y esperar que las condiciones cambien.