La frontera se calienta otra vez
Aún ni rige la nueva política antidrogas de Petro y ya la zona de Esmeraldas ha registrado incidentes. En agosto hubo varias escaramuzas en San Lorenzo
El giro a la política antidrogas que anuncia el presidente de Colombia, Gustavo Petro, traerá consecuencias para el país y serán violentas. Al menos eso opinan analistas y expertos en seguridad consultados por EXPRESO.
El flamante mandatario ha abierto la posibilidad de dejar de criminalizar a los cultivadores de coca, el eslabón más débil de la cadena relacionada con el tema de drogas. Ha ofrecido apuntar sus esfuerzos en el bloqueo a las organizaciones delincuenciales en la parte más rentable del negocio.
Enfrentamientos en el lado colombiano movilizan a militares a proteger a pobladores de la frontera
Leer más¿Cómo afectará al Ecuador? Habrá aumento de la violencia en el país, señala el mayor Manuel Silva, el último comandante de la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES) desmantela en el correísmo.
“El tema se va a agravar para el Ecuador con la presencia de los grupos subversivos y los disidentes que van a afianzarse más hacia la frontera sur de Colombia, van a tener mayor influencia en los sectores fronterizos de Nariño y Putumayo”, manifiesta el oficial en retiro.
Opina que los anuncios de nuevos acuerdos de paz lo que traerá es una problemática similar a la ocurrida con las FARC en su momento y lo que produjo fue una atomización y la configuración de nuevos grupos criminales en la frontera.
Citó que el Frente 48 se convirtió en Comandos de Frontera y el 30 es el Frente Oliver Sinisterra (FOS) que ya en 2018 causó terror en la zona de San Lorenzo en Esmeraldas con la autoría de una decena de atentados con explosivos y el asesinato de al menos 10 personas.
Ese incremento de la violencia se podría producir en los próximos seis meses o un año si es que no se toman las decisiones adecuadas, menciona.
Manifiesta que los grupos criminales están acostumbrados a cierto nivel de control en sectores de frontera donde hay injerencia de plantaciones y laboratorios. De eso están subsistiendo las organizaciones criminales que difícilmente podrán reinsertarse a una vida diferente a la acostumbrada.
El general retirado Juan Carlos Barragán fue director Antidrogas de la Policía. Considera que el cambio de política bruscamente, si no es bien meditado y planificado, en el corto tiempo puede traer beneficios para el lado criminal. Eso, para él, significa que los plantíos se extiendan aún más en el lado sur de la frontera colombiana y que ese hecho produzca mayor producción de drogas y de actividad criminal.
Según las estadísticas policiales en Esmeraldas hasta el 14 de agosto existía una tasa de homicidios de 45,6 por cada 100.000 habitantes. Esa realidad llevó al presidente Guillermo Lasso a conformar una Fuerza de Tarea Conjunta con alrededor de 4.000 uniformados para contener la violencia.
El mes pasado pobladores de Mataje Viejo y Mataje Nuevo debieron ser protegidos por militares debido al paso de armados de Colombia al sector. Hubo cuatro incidentes que dejaron al menos seis aprehendidos y el hallazgo de armas, municiones, combustible, droga y explosivos destinados a atentados contra los uniformados.
Es que Ecuador y Colombia comparten más de 600 kilómetros de frontera y cualquier decisión “va a perjudicar enormemente y eso es lo más preocupante”. Una de las consecuencias será que la inseguridad se agrave, acota. Barragán sugiere una mejora en los mecanismos globales de interdicción que hasta el momento ha permitido enormes cantidades de droga incautada, “pero una pobre desarticulación de bandas criminales”. Reflexiona que las bandas criminales deben ser las dueñas de esas grandes cantidades “no puede pasar la coca solita”.
Asegura que perder la cocaína no es mayor problema para ellos, “perder la organización, eso es lo importante”.
El coronel Patricio Haro es el rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN). Cree que el presidente colombiano tiene doble discurso. Explica por ejemplo que “limitar las operaciones en contra de los grupos ilegales armados que operan en Colombia realmente es una situación que favorece y favorecerá al narcotráfico”.
Haro vaticina que si se libera territorio o acciones militares en cultivos de coca, muchos en la frontera con Ecuador, esa droga la única salida que tiene es a través del país y desde el Putumayo al océano Pacífico por los grandes puertos y los 218 puertos de pesquería artesanal que buscan ser cooptados por el narcotráfico y el crimen organizado.
- Patrullajes. Desde el 3 de junio se incrementó la presencia de militares y policías como parte de la Fuerza de Tarea Conjunta para pacificar Esmeraldas.
Ecuador ya debería prepararse
Los anuncios que vienen de Colombia en cambios a la política antidrogas deberían hacer que el Ecuador se prepare y empiece a protegerse, opina el mayor Manuel Silva. Considera que las acciones que ha estado tomando el gobierno de Guillermo Lasso a través del gabinete de seguridad al considerar al narcotráfico como amenaza a la seguridad y darle una nueva misión a las Fuerzas Armadas en el tema de seguridad junto con la Policía, apuntan en ese sentido.
¿Qué hay que hacer? En el ámbito operativo hay que hacer contención en el sector fronterizo, dice. Añade que se necesita de mayor ayuda y consolidación de las Fuerzas Armadas y la Policía para contener la arremetida que habrá de grupos criminales desde Colombia.
Las políticas tienen que ser pensadas en beneficio de la gente, en beneficio de los niños y adolescentes de este país y todas las decisiones tienen que ir enrumbadas a eso.
No se dan las señales claras sobre los límites de la negociación o el mecanismo de vigilancia para que a futuro los que se acogen a beneficios no sigan en actividades ilegales.