Las Fuerzas Armadas, descabezadas
La Marina tendrá que esperar hasta el 2018 para tener vicealmirantes. Los capitanes de navío suben al mando. Solo 4 brigadieres de armas tiene la FAE.
Los altos mandos de la Marina, en mayor proporción; y de la Fuerza Aérea, en menor, quedaron diezmados. La falta de oficiales superiores conlleva a que los capitanes de navío (Marina) y los coroneles (FAE) tengan un mayor protagonismo en la toma de decisiones y asuman el control de algunas dependencias.
Según las leyes militares, los comandantes de fuerza deben permanecer hasta máximo dos años en el cargo, pero desde diciembre de 2014 hasta ahora, la Marina ha cambiado cuatro veces de comandante.
El vicealmirante Luis Santiago fue el que más tiempo permaneció en el cargo (14 meses); fue removido en febrero de 2015 junto al resto del alto mando militar por salir en defensa de 41 millones del Issfa que el Gobierno finalmente descontó por una supuesta sobrevaloración de los terrenos del parque Samanes.
Ángel Sarzosa estuvo solo cuatro meses porque pidió rectificar una sabatina y Fernando Noboa, cinco meses, porque él y otros tres dos vicealmirantes se negaron a descalificar el ascenso del contralmirante Freddy García. El pedido lo hizo el presidente Rafael Correa, que se negó a firmar el decreto ejecutivo para su ascenso.
La permanencia o no del nuevo comandante, Renán Ruiz, será decidida nuevamente en mayo cuando asuma el nuevo gobierno, que tendrá la potestad de ratificarlo o cesarlo en sus funciones.
El relevo del viernes pasado es uno de los más numerosos de la historia militar, porque finalizó la carrera de ocho oficiales superiores con 35 y 40 años de servicio. Se fueron cuatro vicealmirantes y dos contralmirantes de la Marina y dos brigadieres generales en la FAE.
Con ello, la Marina se quedó con nueve contralmirantes y para tener al menos un vicealmirante deberá esperar hasta diciembre de 2018. En la FAE, el único teniente general es César Merizalde, quien ocupa ahora la jefatura del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Desde 1993, con excepción del brigadier general Rodrigo Bohórquez, los demás comandantes fueron generales, fueron tenientes general y general del Aire, el máximo grado de esta rama militar.
La FAE tendrá que esperar hasta el 2019 para tener tenientes generales, en caso de que el nuevo comandante, Patricio Mora, y el jefe del Estado Mayor, Mauricio Campuzano, permanezcan en la entidad y califican para ese grado en el 2019.
Los altos mandos de la Marina, en mayor proporción; y de la Fuerza Aérea, en menor, quedaron diezmados. La falta de oficiales superiores conlleva a que los capitanes de navío (Marina) y los coroneles (FAE) tengan un mayor protagonismo en la toma de decisiones y asuman el control de algunas dependencias.
Según las leyes militares, los comandantes de fuerza deben permanecer hasta máximo dos años en el cargo, pero desde diciembre de 2014 hasta ahora, la Marina ha cambiado cuatro veces de comandante.
El vicealmirante Luis Santiago fue el que más tiempo permaneció en el cargo (14 meses); fue removido en febrero de 2015 junto al resto del alto mando militar por salir en defensa de 41 millones del Issfa que el Gobierno finalmente descontó por una supuesta sobrevaloración de los terrenos del parque Samanes.
Ángel Sarzosa estuvo solo cuatro meses porque pidió rectificar una sabatina y Fernando Noboa, cinco meses, porque él y otros tres dos vicealmirantes se negaron a descalificar el ascenso del contralmirante Freddy García. El pedido lo hizo el presidente Rafael Correa, que se negó a firmar el decreto ejecutivo para su ascenso.
La permanencia o no del nuevo comandante, Renán Ruiz, será decidida nuevamente en mayo cuando asuma el nuevo gobierno, que tendrá la potestad de ratificarlo o cesarlo en sus funciones.
El relevo del viernes pasado es uno de los más numerosos de la historia militar, porque finalizó la carrera de ocho oficiales superiores con 35 y 40 años de servicio. Se fueron cuatro vicealmirantes y dos contralmirantes de la Marina y dos brigadieres generales en la FAE.
Con ello, la Marina se quedó con nueve contralmirantes y para tener al menos un vicealmirante deberá esperar hasta diciembre de 2018. En la FAE, el único teniente general es César Merizalde, quien ocupa ahora la jefatura del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Desde 1993, con excepción del brigadier general Rodrigo Bohórquez, los demás comandantes fueron generales, fueron tenientes general y general del Aire, el máximo grado de esta rama militar.
La FAE tendrá que esperar hasta el 2019 para tener tenientes generales, en caso de que el nuevo comandante, Patricio Mora, y el jefe del Estado Mayor, Mauricio Campuzano, permanezcan en la entidad y califican para ese grado en el 2019.