La fusión de las petroleras llegó tarde y generó nerviosismo y 'brazos caídos'

Las diferencias entre las autoridades del gobierno nacional generan demoras que preocupan a los trabajadores de las dos empresas petroleras que ahora son una sola. El 31 de diciembre del año pasado, según el ofrecimiento del presidente Lenín Moreno y del ministro de Energía, René Ortíz, debía publicarse el decreto que oficialice la eliminación de Petroamazonas y la absorción de funciones por parte de Petroecuador. El documento tardó una semana más en hacerse realidad y dejó dudas entorno al trabajo de la nueva petrolera.

Durante la demora de una semana, Petroamazonas seguía existiendo jurídicamente pero perdió a todos sus gerentes y a las principales jefaturas. En departamentos como la Gerencia Legal solo existían coordinadores que no podían emitir criterios jurídicos ni extender subrogaciones de cargos. Si lo hacían, corrían el riesgo de ser acusados por arrogación de funciones.

Documentos a los que accedió EXPRESO muestran, entre otros datos, que los empleados que tenían encargos no pudieron laborar después del 31 de diciembre. Tampoco quedaba definido quien debía pagar por esos servicios.

Con el decreto de ayer, 7 de enero de 2021, y según la respuesta oficial a la consulta que hizo este Diario, Petroecuador y su personal se encargarán de los pendientes que dejó Petroamazonas para evitar que haya problemas que afecten la producción de crudo nacional.

“Petroecuador está en una etapa en la cual se realizan todos los trámites administrativos, como designación de encargos, administradores de contratos, entre otros,  para que las operaciones de la empresa en toda la cadena de valor no se vean afectadas”.

¿Por qué se dejó que Petroamazonas tenga una semana ‘de brazos caídos’? EXPRESO conoció que la Secretaría Jurídica de la Presidencia de la República y el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables aupaban el decreto ejecutivo que transfiera las funciones de Petroamazonas a Petroecuador para que inicie sus labores. Ese papel fue el publicado ayer.

Ese no era el camino que convencía a todos. La Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO) creía que se debía dar de baja a la normativa actual antes de entrar en un nuevo proceso. Desde esa entidad se sugería que se derogue el Decreto Ejecutivo 314, de 2010, que dio origen a Petroamazonas. El documento en mención fue firmado por el expresidente de la República, Rafael Correa.

El cruce de opciones y criterios provocó que, según trabajadores de Petroamazonas y fuentes que pidieron la reserva, la empresa que mueve más de 3.000 millones de dólares al año y administra proyectos petroleros como el Yasuní ITT esté varios días en el limbo.

Otra de las alternativas planteadas hasta que se resuelva el impasse político, era que el directorio de las empresas públicas se reúna y extienda los encargos laborales.

En la respuesta de Petroecuador se negó el conflicto de entidades y se aseguró que el proceso ha sido ‘armonioso’.