El futuro de la seguridad en Durán está entre el abismo y la esperanza

Durán, un cantón clave para el desarrollo de la provincia del Guayas y, como contraste, también para actividades ligadas al narcotráfico, vive una de las crisis de seguridad más graves de su historia.

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Bandas criminales se disputan el control del territorio, llevando la violencia a niveles extremos. De enero a octubre pasados, el Ministerio del Interior registró 415 asesinatos, versus los 298 casos de ese mismo periodo de 2023, es decir 117 casos más.

En este contexto, una dirigente comunitaria, un jefe policial, una experta en seguridad ciudadana y un periodista de investigación dan su perspectiva sobre lo que está fallando y lo que podría hacerse para rescatar a Durán, pero en el mediano y largo plazo.

En la actualidad, la estrategia para combatir a las mafias consiste en ubicar los domicilios de sus miembros y detenerlos.

El jefe policial de Durán, Roberto Santamaría, quien anteriormente lideró operativos en una de las zonas más violentas del mundo como La Prosperina, en Guayaquil, sostiene que ahora el combate a las estructuras se lo hace donde viven sus integrantes: “Estamos desmantelando las bases de operaciones de las bandas criminales. La estrategia actual no es preventiva, sino reactiva. Buscamos golpear donde operan los delincuentes”.

El oficial que llegó a esa jurisdicción en octubre también destaca que ese tipo de acciones deben de estar acompañadas por medidas ejecutadas por el municipio, entidad a la que cuestionó días atrás por no haber retenido decenas de tricimotos, según Santamaría, usadas para delinquir. Algo que desde el cabildo de Durán lo han desmentido. No obstante, sigue pendiente su respuesta a un pedido de entrevista de este Diario.

En la ciudadanía aplauden la ejecución de los operativos y hacen observaciones a otros actos relacionados con la cadena de justicia.

“La policía los captura , una hora después ya están libres. No hay leyes que verdaderamente garanticen justicia, de qué sirve que los policías y Fuerzas Armadas estén bien remunerados, con tanquetas , con camioneta , motos y el mejor armamento (...)”, cuestiona Pamela Mendieta, dirigenta barrial de Durán.

El otrora cantón ferroviario, cuya población asciende a más de 300 mil habitantes, también ha estado bajo el foco de periodistas de investigación como Leonardo Ponce, quien menciona que la ausencia del Estado, a través de sus diferentes niveles de Gobierno, creó una suerte de escenario donde todo podía salir mal, como de hecho sucedió: la nula planificación territorial generó negocios ilícitos e informales, como el tráfico de tierras y el despacho de agua cruda que está en pocas manos bajo un manto opaco, por ejemplo.

“Este cantón tiene una larga historia de abandono estatal. Calles sin alumbrado, servicios básicos deficientes y barrios sin presencia de instituciones públicas son el caldo de cultivo perfecto para las bandas criminales”, señala Ponce.

Para Johanna Espín, experta en seguridad, la crisis en Durán exige una intervención integral, que articule estrategias de control con políticas sociales y preventivas. “Las soluciones no pueden ser solo coyunturales. Necesitamos un plan que considere el corto, mediano y largo plazo, atacando las raíces de la violencia y no solo sus consecuencias”, argumenta.

Espín insiste en que la inversión pública debe ser tangible y estar enfocada en las comunidades más vulnerables, donde las familias enfrentan condiciones de pobreza extrema.

Además, resalta la importancia de un enfoque interinstitucional. “El alcalde no puede lidiar con esta crisis solo. Se requiere la coordinación entre el gobierno local, provincial y nacional, con el respaldo de fuerzas armadas y policía”, explica.

¿Es suficiente con las acciones de control?

La experta también señala que las acciones de control deben complementarse con medidas estructurales, como la lucha contra el lavado de activos, el fortalecimiento de la institucionalidad y la creación de oportunidades laborales para jóvenes. “Si no se ofrecen alternativas a quienes hoy son potenciales reclutas de las bandas, el ciclo de violencia continuará”, advierte.

Leonardo Ponce agrega que es fundamental recuperar los espacios públicos, implementar proyectos de vivienda social y asegurar una fuerte presencia estatal en los sectores más críticos, para devolverle a la población la confianza en que el Estado puede protegerlos.

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