Galapagos: no todos quieren dejar la pesca
El Ministerio del Ambiente inició, el 12 de abril, la colocación de dispositivos agregadores de peces. Es parte del acuerdo con los pescadores.
Aún hay pendientes. La zonificación del santuario marino de Galápagos, creada en un esfuerzo por proteger la biodiversidad del archipiélago, todavía debe superar la oposición de pescadores que trabajan en las islas Darwin y Wolf.
Y el Ministerio del Ambiente se puso un plazo de 90 días para discutir con ellos y con otros sectores productivos las alternativas que plantea el Gobierno para que cambien su actividad económica.
“El santuario marino y la nueva zonificación es una relación ganar-ganar. Trabajaremos para evitar la pesca y concretar los acuerdos”, dijo.
Según él, solo 14 pescadores pueden, por sus embarcaciones y artes de pesca, trabajar en Darwin y Wolf.
Para ellos y sus familias, dijo, se estableció un fondo de compensación de transición de 1’000.000 de dólares. Para llegar a esa cifra se estimaron los ingresos económicos. El objetivo es que ‘giren’ hacia actividades que les permitan una mayor sostenibilidad.
¿Qué ofrece el Gobierno? Daniel Ortega, ministro del Ambiente, dijo que se entregarán patentes de operación turística específicas a los pescadores, sin necesidad de concursos adicionales. Se les facilitará dispositivos de agregadores de peces y de seguridad para cada embarcación. Se establecerá una mesa de diálogo y capacitación en nuevas artes de pesca.
Estas condiciones también constan en el acuerdo ministerial, firmado el 23 de marzo, que contiene la nueva demarcación que elimina la pesca en las islas Darwin y Wolf.
Según el ministro, Ambiente logró un consenso con los pescadores para poner en marcha el acuerdo. “Tuve conversaciones con las directivas y las asociaciones de pescadores. Se cerró el acuerdo con el sector pesquero artesanal de Galápagos el 5 de abril”, dijo a los medios de comunicación.
Pero no todos los pescadores están de acuerdo. Al menos dos asociaciones de Galápagos dicen que la creación del santuario les afectará económicamente. Piden que se mantengan las zonas establecidas en 2001.
¿Cuáles son sus argumentos? Dioniso Zapata, pescador de la Cooperativa de Pescadores Santa Cruz (Copropac), y Carlos Ricaurte, de San Cristóbal, dijeron a EXPRESO que no están de acuerdo con la zonificación.
“El asunto de la zonificación aún estamos debatiendo y, en los 90 días, vamos a ver qué se decide”, dijo Zapata. Él es parte del grupo que solicita que se mantenga la zonificación establecida anterior. Allí se fijaron las áreas de pesca en las que están trabajando en la actualidad.
Ricaurte, presidente de la Cooperativa de Pescadores de San Cristóbal Copes–Espromar, dice que los integrantes de este colectivo serán los más afectados: ellos pescan, sobre todo, bacalao que se encuentra en las zonas cercanas a Darwin y Wolf. Él pide que se mantengan los diálogos porque aún hay puntos críticos que deben solucionarse.
“Marchamos todos los viernes en contra de la decisión del Gobierno. Nos están perjudicando y no aceptamos la zonificación”, dijo a EXPRESO, Lenin Sánchez, de Copesan.