Giro en el acuerdo con el FMI
El Gobierno deberá renegociar con el organismo tras el retroceso en la medida de eliminar los subsidios, según analistas. El Fondo podría suavizar las metas.
Las consecuencias de la eliminación del Decreto 883, que determinaba la eliminación de los subsidios a los combustibles, tras el paro indígena tienen un efecto dominó en diversos ámbitos.
Uno de ellos es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿Cómo queda el programa que Ecuador suscribió con el Fondo?
Si bien eliminar los subsidios era el ‘plan B’ del Gobierno (la principal opción era subir el IVA), la acción tuvo el beneplácito del organismo.
De la medida se esperaba un ahorro para el Estado de más de $ 1.500 millones, con el fin de conseguir un ajuste global equivalente al 5 % del Producto Interno Bruto para 2021.
¿Qué puede pasar ahora? Analistas consultados por EXPRESO sostienen que se debe esperar el decreto que reemplazará al 883 para ver qué impacto finalmente tendrá la medida. No obstante, al focalizar los subsidios, como se pretende, el ahorro para el fisco puede ser menor.
Además, por ahora será complicado pensar en retomar la propuesta de incrementar el Impuesto al Valor Agregado, aseguró Augusto de la Torre, exjefe del Banco Mundial para América Latina.
El Fondo Monetario ha mostrado apertura y entendimiento de las circunstancias, que han cambiado de manera significativa, dice De la Torre. Ecuador debe aprovechar esa situación para revisar las metas dentro del programa, añadió.
“Me imagino que en términos generales lo que se debe contemplar es un ajuste fiscal más gradual, menos ambicioso”, comentó De la Torre.
Ayer a través de su cuenta de Twitter, Gerry Rice, vocero del organismo, emitió un comunicado en el que dice que el FMI apoya los esfuerzos que hace el Gobierno ecuatoriano y añade que el Fondo continuará trabajando con las autoridades para colaborar en el contexto del programa actual, y proporcionar apoyo financiero y técnico a Ecuador.
Todavía está pendiente que el Directorio del FMI apruebe la segunda revisión de metas del acuerdo suscrito con Ecuador, para efectuar el tercer desembolso por $ 251 millones.
Para Alejandro Arreaza, economista de Barclays para Latinoamérica, tras los hechos el Gobierno perdió “músculo político” y de credibilidad. No obstante, aún tiene márgenes de maniobra para recalibrar el programa con el Fondo.
En caso de que el nuevo decreto sobre los subsidios incluya la eliminación de la subvención de la gasolina extra, el Gobierno podría alcanzar un ahorro de medio punto del PIB, precisa Arreaza. Y si a eso se suman las otras medidas planteadas por el régimen, el beneficio para el fisco puede alcanzar un punto del PIB.
“Probablemente le toque al Gobierno hacer algún tipo de renegociación del programa con el Fondo, pero hasta ahora los pronunciamientos (del FMI) han sido de bastante apoyo. Mostrando que puede haber flexibilidad”, dijo Arreaza.
El riesgo país de Ecuador pasó en las últimas semanas desde los 650 hasta los 800 puntos, como una “reacción natural”, según el analista de Barclays, ante la incertidumbre tras las protestas. Incluso, hay actores del mercado que ponderan la posibilidad de que se rompa el acuerdo entre el FMI y Ecuador, sostuvo Arreaza.