El giro de politica exterior
En Bogotá, por ejemplo, le preguntaron si seguirá en la línea bolivariana (de Venezuela, Bolivia, Nicaragua). Moreno, que asumirá el cargo en 13 días, aseguró que Ecuador no está alineado con ningún país en particular, “estamos alineados con el mundo”,
Cambio de rumbo, aunque con los mismos ideólogos del modelo actual. El viaje del presidente electo Lenín Moreno a Colombia y Perú dejó algunas pistas sobre lo que podría ser su gestión en política exterior.
En Bogotá, por ejemplo, le preguntaron si seguirá en la línea bolivariana (de Venezuela, Bolivia, Nicaragua). Moreno, que asumirá el cargo en 13 días, aseguró que Ecuador no está alineado con ningún país en particular, “estamos alineados con el mundo”, dijo a la cadena Caracol.
Antes del inicio de la campaña electoral, él ya había adelantado que era necesario “refrescar un poco nuestras relaciones internacionales”. Esto podría implicar también marcar ciertas distancias ideológicas con el denominado socialismo del siglo XXI, del cual el Gobierno saliente ha sido un actor fervoroso.
Moreno, en cambio, cree que “todo tiene su tiempo: lo tuvo el socialismo del siglo pasado en el que se construía una práctica con base en la ideología. El del siglo XXI también. Pero ahora viene una nueva época, por lo menos, para Ecuador (...) vamos a ir construyendo un estilo a la ecuatoriana, ha sido así en los últimos tiempos” aseguró.
La edificación de este “nuevo estilo” quedará en manos de María Fernanda Espinosa, que fue la primera canciller de la autodenominada revolución ciudadana. Así lo informó el ministro de Relaciones Exteriores, Guillaume Long, el martes cuando Ecuador asumió la presidencia pro tempore de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
En 2007, ella fue criticada especialmente por sectores diplomáticos que consideraban que su nominación era más política que técnica. Su gestión fue breve y estuvo matizada por la disputa con Colombia por las aspersiones de glifosato en la frontera norte.
El excanciller José Ayala Lasso prefiere esperar a que se confirme oficialmente la designación de Espinosa antes de emitir un criterio. Aunque adelantó a EXPRESO que la política en relaciones exteriores, independientemente de quién asuma el puesto, siempre parte de las directrices que emita el presidente.
Otra pista se lanzó en Lima. Moreno hizo referencia a un tema que ha sido escabroso para las relaciones con Reino Unido: el asilo al hacker australiano Julian Assange, que permanece en la embajada de Ecuador en Londres desde hace cinco años.
“Vamos a mantener su condición de refugiado político (a Julian Assange), pero recordándole siempre que la condición en que está no le permite participar en política de nuestro país ni de los países vecinos”, dijo Moreno a la agencia Andina de Perú.
Hasta ahora, Assange ha tenido relativa libertad para hablar de diversos temas desde el lugar de su asilo. Solo en octubre de 2016 se le restringió el acceso a Internet al considerar que estaba interfiriendo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en perjuicio de Hillary Clinton.
“Sería positivo que el nuevo Gobierno empiece a defender los intereses del país y no de una ideología política determinada. Es necesario retomar las tradiciones que ha defendido el país en cuanto a libertad, soberanía, respeto a los derechos humanos, y dejar de lado esas luchas contra fantasmas ideológicos inexistentes”, añadió Ayala Lasso. Aunque considera que a las declaraciones de Moreno todavía les falta contundencia, como para definir cuál será su actitud sobre la política exterior.