Glas expone sus logros pero no despeja las dudas

Glas expone sus logros pero no despeja las dudas

Jorge Glas, vicepresidente de la República, habló durante tres horas en la sala José Mejía Lequerica, de la Asamblea Nacional. Las dudas de varios sectores, sin embargo, quedaron intactas.

Fue una sesión larga y de pocos resultados, según la oposición. Jorge Glas, vicepresidente de la República, habló durante tres horas en la sala José Mejía Lequerica, de la Asamblea Nacional. Las dudas de varios sectores, sin embargo, quedaron intactas.

Ayer, el segundo mandatario acudió a la Comisión de Fiscalización para defender su trabajo al frente de los sectores estratégicos. Intentó desvirtuar las acusaciones de la oposición sobre su “responsabilidad política” en los casos de corrupción de Odebrecht y Petroecuador y, además, quiso desmarcarse de las investigaciones que involucran a su tío, hermano de su madre, Ricardo Rivera.

Glas, quien fue recibido de pie y entre aplausos por las barras verdeflex, subrayó que “daba la cara porque quien nada debe, nada teme”. María José Carrión, presidenta de la comisión, le dio la bienvenida y explicó la metodología para la sesión. El segundo mandatario no tuvo límite de tiempo para su intervención.

Las cinco bancadas de la Asamblea: PAIS, sus aliados, CREO-SUMA, Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero e Integración Nacional delegaron a un representante para hacer preguntas. “No toleraré las faltas de respeto a nadie”, advirtió Carrión. Eso no calmó a la oposición y ella tuvo que pedir orden en numerosas ocasiones.

Glas se apropió de la frase “responsabilidad política” como hilo conductor de su ponencia. “Esa responsabilidad está relacionada con el poder al servicio de la gente”, recalcó.

Detalló todas las obras que hizo en la última década. Desde el Fondo de Solidaridad, el Ministerio de Telecomunicaciones, la coordinación de los sectores estratégicos hasta la Vicepresidencia. Para ello, el funcionario leyó decretos, leyes y la Constitución. También presentó varios vídeos que terminaban con la imagen de una bandera nacional.

Habló de Odebrecht como corruptora y corrupta, con presencia en 25 países y cuatro continentes. Repitió las líneas argumentales del oficialismo sobre esa empresa. No explicó, sin embargo, ¿por qué la empresa brasileña regresó al país y consiguió más contratos con el Estado?

Lo que sí dijo es que en las obras de la transnacional encontró varias fallas. Cuando visitó la hidroeléctrica San Francisco, comentó, “encontramos una carretilla dentro del túnel con pernos”.

También cuestionó a gobiernos anteriores a la autodenominada revolución ciudadana. “Debemos investigar 40 años atrás y conocer cómo se enriquecieron algunos actores políticos”, sentenció entre aplausos de los suyos.

Retomando sus últimos discursos, el funcionario insistió en la teoría del ‘golpe blando’ y en el plan de desestabilización de la renovación conservadora. Un tema que reiteraba continuamente el expresidente Rafael Correa.

Glas acudió al auditorio con capacidad para 650 personas. Había cinco pantallas grandes y un teleprónter gigante.

“No se puede soportar esa farsa”

Cuatro asambleístas de la alianza CREO-SUMA abandonaron la sala después de dos horas de exposición del vicepresidente de la República: Fernando Callejas, Gabriela Larreátegui, Rina Campain y Byron Suquilanda. “No se puede soportar más esa farsa. Nos dijo que todo está bien, pero todo está mal”, mencionó Callejas, a su salida.

Durante la intervención de Glas, Jeaninne Cruz, de esa coalición, intentó mostrar un cartel que decía: “Cuánto te pagó Odebrecht”. Dos legisladores de PAIS se lo impidieron. Raúl Tello, de Unidos con Pastaza, también dejó la mesa directiva con molestia.

CREO anunció que consiguió 47 firmas para iniciar el trámite de juicio político al segundo mandatario.

“Glas, amigo, el pueblo está contigo”

Fuera y dentro de la Asamblea hubo seguidores de Alianza PAIS y refuerzos de la policía y la Escolta Legislativa. Los primeros llegaron para respaldar al segundo mandatario, los segundos a cuidar el orden. La demostración de afecto fue organizada por las filas de ese movimiento. Incluso fue recibido con alfombra roja. Uno de los gritos de los seguidores del funcionario fue: “Glas, amigo, el pueblo está contigo”. Él salió y habló desde una tarima, sin chaqueta. Repitió algunos tramos de su intervención.

Con sus primeras palabras, antes de un largo monólogo de tres horas y media para ensayar una especie de informe a la nación del vicepresidente de la República, se describió como algo que no era. “Es la primera vez que comparezco ante la Asamblea Nacional”, dijo Jorge Glas minutos después de que la presidenta de la comisión María José Carrión (PAIS) asegurara que estaba allí en calidad de invitado, lo que no lo obligaba a responder preguntas siquiera. Escuchó los cuestionamientos y respondió como quiso.