El Gobierno intenta calmar a los arroceros subiendo el precio de la saca a $ 30 y $ 32

Habían algunas opciones planteadas antes que fijar un nuevo precio: maquilar el grano de los agricultores, que el Gobierno absorba parte de la producción y la almacene en las piladoras. Pero las autoridades gubernamentales decidieron la vía que tomaron sus antecesores y que ha sido criticada.

Subió el precio del grano en $ 1. Los productores querían $ 6. A través de un acuerdo la ministra de Agricultura, Tanlly Vera, fijó el viernes la saca de 200 libras con 20 % de humedad y 5 % de impurezas de grano corto en $ 30 y la de grano largo en $ 32. La fijación del precio de la saca de arroz en cáscara, aunque ha sido aplaudida por las autoridades, no satisface a dirigentes de la zona de Daule, Samborondón, Santa Lucía y otras áreas de Guayas, quienes señalan que ese precio no es consecuencia de un diálogo entre ellos y el Gobierno, sino de una decisión unilateral.

Julio Carchi, dirigente de la Junta de Riego América Lomas (cantón Daule), expresa que cuesta 2.114 dólares producir una hectárea con una producción promedio de 70 sacas.

El acuerdo indica que las piladoras y procesadoras deben mantener en un lugar visible la tabla de liquidación de acuerdo con el precio mínimo de sustentación, el certificado de báscula emitido por el INEN (Instituto Nacional de Normalización) y certificado de registro y funcionamiento expedido por el ministerio.

“¿Se va a pagar ese precio? Esa es la pregunta del millón. ¿A quién le vende la piladora a ese precio?”, se pregunta Carchi tras insistir en algunas propuestas que, según él, no se han considerado entre las autoridades del Gobierno luego del levantamiento del paro de hace más de una semana.

Los arroceros calculan que un millón de sacos de arroz están represados en las piladoras y que ahora se paga solo 25 dólares por el arroz corriente y 29 por el de grano largo.

Otra sugerencia de los productores es que el Estado compre una reserva estratégica (que no la tiene) y así sacar parte del producto que está guardado. E incluso que, aunque sea a un precio menor, se exporte.

A la industria nacional le preocupa que este ajuste de precios haga aún más complicada la comercialización de arroz a nivel nacional y también para el mercado externo, que ahora tiene precios más bajos, y que además no existen déficits. Incluso se habla de excedentes que pueden ofrecer a otros países.

En Perú, por ejemplo, en la zona más cercana a la frontera con Ecuador, se produce arroz de forma eficiente por la calidad de los suelos y la mayor cantidad de luminosidad.

Eso hace que sus precios sean más competitivos que los de Ecuador, según las autoridades agrícolas.

ENTREVISTA: JUAN PABLO ZÚÑIGA, PRESIDENTE DE LA CORPORACIÓN DE INDUSTRIALES.

¿Es correcto que se haya fijado el precio del arroz al alza?

Realmente nos puede acarrear problemas graves hacer cualquier ajuste de precios sin un análisis realmente técnico en el cual nos sentemos en la mesa productores, industriales, gobierno y con información fidedigna para llegar a un consenso.

¿Ya Colombia no es una solución para sacar los excedentes?

Desde mediados de 2020 veníamos mencionando lo que se podría venir, veníamos anticipando que Colombia para fines de ese año no iba a tener la misma demanda de arroz porque se venía una cosecha bastante buena, la cual se dio.

Es una política errada incrementar los precios de sustentación.

Debemos atacar la raíz del problema, y esta se encuentra en la productividad. Existen zonas donde la productividad es muy baja y no es negocio sembrar. Quizás haya que reconvertir. Subir precios no es la solución.