El Gobierno olvida su compromiso de reabrir el Izquieta Pérez y felicita a su reemplazo

Un mismo aniversario tuvo ayer dos formas opuestas de recordarlo. Los diez años de la publicación del decreto ejecutivo 1092, expedido en el gobierno de Rafael Correa, motivaron una reunión luctuosa por el cierre del antiguo Instituto de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez, de Guayaquil; y la celebración institucional de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), una de las dos entidades que lo reemplazaron.

Además, este año hay un motivo adicional para el duelo y festejo de unos y otros. El Gobierno ha olvidado su ofrecimiento de rehabilitar el Instituto de Higiene. Un compromiso asumido por el vicepresidente Alfredo Borrero, quien ofreció tener una propuesta oficial para fines de julio de 2021.

“Nuestro compromiso es estudiar, hacer un diagnóstico y dar un tratamiento adecuado. Se hicieron tres mesas técnicas para ver la factibilidad y la viabilidad de qué es lo que vamos a hacer. Este es un proyecto de todos los ecuatorianos, esto enorgullece al Ecuador y a Latinoamérica”, expresó el 25 de junio del año pasado. Pero esa oferta no se ha concretado.

En cambio, a través de sus cuentas oficiales en redes sociales, la Vicepresidencia de la República y el Ministerio de Salud expresaron ayer sus felicitaciones a la Arcsa por el décimo aniversario de creación. El ministro José Ruales comprometió a esta entidad “a seguir trabajando por el cuidado de la salud de todos los ecuatorianos”.

“El vicepresidente (Borrero) nos engañó, encajonó el documento y nunca más se acordó de lo que nos había ofrecido”, afirmó ayer el exministro de Salud, Luis Sarrazín, durante una concentración de médicos y colaboradores del Izquieta Pérez, en los exteriores del edificio donde funcionó por décadas la entidad, en las calles Julián Coronel y Esmeraldas.

Junto a Sarrazín, el expresidente de la República, Alfredo Palacio, el exministro de Salud, Francisco Andino; exdirectivos del instituto como Luigi Martini y Araceli Álava, y medio centenar de excolaboradores, participaron luego en una reunión en la antigua sede de la entidad y que ahora es la del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI), la otra institución que lo reemplazó.

El decreto 1092, publicado el 13 de septiembre de 2012, escindió al instituto y entregó a las dos entidades creadas en el mismo documento sus funciones como ente de control de los productos de consumo a través del registro sanitario; y la de investigación en salud.

Otra de sus funciones, la de elaboración de productos biológicos, pasó a Enfarma, que tuvo pocos años de vida. El Instituto de Higiene producía algunas vacunas del cuadro básico.

Los defensores de la reapertura han cuestionado la constitucionalidad de ese decreto y han pedido su derogación a los gobiernos posteriores al de Correa. Y aunque han recibido ofrecimientos iniciales, estos finalmente no se han cumplido.

Los organizadores de la reunión de ayer dijeron haber invitado a las autoridades del Gobierno, entre ellas al gobernador Lorenzo Calvas, quien se excusó y envió a una delegada. Le pidieron a ella transmitir su reclamo a sus superiores.

LAS AUTORIDADES DEL GOBIERNO FELICITAN A LA ARCSA 

La Vicepresidencia de la República y el Ministerio de Salud felicitaron ayer públicamente a la Arcsa, creada en 2012 con la escisión del Instituto de Higiene.

“Con su apoyo y trabajo mejoramos el sistema nacional de salud para beneficio de los ecuatorianos”, publicó la Vicepresidencia a través de su cuenta oficial en Twitter.

En tanto, el ministro de Salud, José Ruales, lo hizo a través de un video de felicitación al personal de la institución. “El trabajo que ustedes hacen es muy relevante para mantener la calidad de los productos farmacéuticos, de los cosméticos, de los alimentos. Espero que la entidad pueda seguir fortaleciéndose, desarrollando sus capacidades tanto profesionales como técnicas”, dijo.