El Gobierno turco extiende su represalia al sector educativo

Cuatro días después de la intentona golpista contra el régimen de Recep Tayyip Erdogan, la vasta operación destinada a acabar con la presunta influencia del opositor exiliado Fhetullah Gülen se extendió a nuevos sectores, en particular a la educación

Cuatro días después de la intentona golpista contra el régimen de Recep Tayyip Erdogan, la vasta operación destinada a acabar con la presunta influencia del opositor exiliado Fhetullah Gülen se extendió a nuevos sectores, en particular a la educación en toda Turquía.

El Consejo de enseñanza superior demandó su renuncia a más de 1.500 decanos de universidades públicas y de las que están vinculadas a fundaciones privadas. Al menos 25.000 funcionarios, sobre todo policías y educadores, han sido suspendidos o destituidos de sus funciones en todo el país, en el marco de la “caza” de gülenistas.

Además, 9.322 militares, magistrados y policías son objeto de un procedimiento judicial, declaró el viceprimer ministro Numan Kurtulmus, sin dar más precisiones.

“Vamos a desterrarlos de manera tal que (...) ningún otro traidor, ninguna organización terrorista clandestina, o grupo terrorista separatista tendrá la audacia de traicionar a Turquía”, declaró el primer ministro, Binali Yildirim, en referencia a los partidarios del predicador Fethullah Gülen, acusado de estar detrás del golpe y autoexiliado en EE. UU.

No obstante, más temprano y buscando visiblemente tranquilizar a la comunidad internacional, negó que haya un “espíritu de venganza” contra los golpistas puesto que “una cosa así es absolutamente inaceptable en el Estado de derecho”. Las imágenes mostrando atrocidades contra los soldados golpistas que se rendían desataron una gran polémica, sobre todo en las redes sociales.

El presidente de EE. UU., Barack Obama, ofreció a Erdogan la ayuda del país en la investigación sobre el levantamiento, pero también le pidió que respete el derecho. AFP