A los ‘golpes’ virtuales se maneja el Consejo de Participación
En el organismo hay dos facciones divididas por género Los cruces se refieren a casos de corrupción o al uso de maquillaje
Una entidad convertida en cuadrilátero virtual. Las sesiones del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) se han transformado, en época de emergencia sanitaria, en un espacio de acusaciones, indirectas y hasta amenazas de procesos legales entre sus integrantes.
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Leer másEn el centro, las dos facciones que se formaron en el organismo: una de minoría conformada por la vicepresidenta Sofía Almeida y las consejeras Fernanda Rivadeneira e Ibeth Estupiñán. La otra liderada por el presidente Christian Cruz, y los consejeros Juan Dávalos, David Rosero y Francisco Bravo.
El último asalto se dio el miércoles pasado en una sesión que duró más de nueve horas, de las cuales, la mitad se dedicó para aprobar el orden del día con un sinnúmero de cambios y pedidos relacionados, en su mayoría, al control social de los carnés de discapacidad en manos de funcionarios públicos, entre ellos, Cruz.
Eso precisamente activó la chispa de la discordia entre los consejeros. Estupiñán solicitó la creación de una veeduría que vigile las investigaciones que se adelantan alrededor de este caso, pero Bravo pidió que se lea cuántas solicitudes de veedurías ya se habían hecho: siete, le respondió el área técnica del CPCCS.
“No se puede repetir veeduría sobre veeduría. A ver si escucharon, porque deben estar chateando o usando el maquillaje”, dijo Bravo.
La respuesta llegó de inmediato. Rivadeneira rechazó la postura “machista” del consejero y aseguró que no hay un interés verdadero de enfrentar la corrupción desde el Consejo de Participación. “Hablo de verdaderas investigaciones contra la corrupción, no de esas hechas para chantajear ni para sacar contratos”, soltó al aire la consejera.
Inmediatamente, fue interrumpida por el presidente Cruz, que le pidió “guardar el respeto”, aunque no actuó de la misma manera cuando Bravo hizo referencia al maquillaje.
Desde que empezó la emergencia y se declaró el confinamiento por la epidemia de la COVID-19 el CPCCS ha sido uno de los organismos que más sesiones virtuales ha celebrado. Sus actividades se han centrado en aprobar exhortos hacia las autoridades gubernamentales y la conformación de veedurías frente a los casos de corrupción a los que, en su mayoría, ha llegado tarde.
Una facción de la minoría optó por ya no referirse a Cruz como presidente, sino por su profesión de ingeniero, ya que aseguran no les representa. De hecho, Rivadeneira mocionó el miércoles pedir su renuncia a la presidencia y otorgarle una licencia mientras esclarece la información sobre cómo obtuvo un carné con el 81 % de discapacidad.
La mayoría blindó a Cruz y hasta se insinuó que la proponente tenía un “trauma” por no haber alcanzado ese puesto. El presidente habló de iniciar procesos legales por una supuesta calumnia en su contra.