La Gran Cruz a las FF. AA. por su apoyo en el terremoto
La Gran Cruz fue colocada en los pabellones del Comando Conjunto y en los de las tres ramas de las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Aviación) en agradecimiento por un trabajo que se mantiene hasta hoy en algunas zonas afectadas.
Trece meses después del terremoto del 16 de abril de 2016, el Gobierno reconoce la labor de las Fuerzas Armadas a través de la condecoración de sus estandartes, en una ceremonia en la explanada del antiguo aeropuerto Reales Tamarindos de Portoviejo, que por meses sirvió de albergue de miles de damnificados.
La Gran Cruz fue colocada en los pabellones del Comando Conjunto y en los de las tres ramas de las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Aviación) en agradecimiento por un trabajo que se mantiene hasta hoy en algunas zonas afectadas.
El evento, previsto para las 16:00 del jueves, sufrió el retraso de una hora por la fuerte lluvia que cayó en la tarde en la capital manabita, lo que obligó a escurrir, con escobas, el agua que quedó empozada en la plataforma para poder cumplir con el acto castrense.
El prefecto Mariano Zambrano y los alcaldes manabitas fueron testigos de la entrega de presea, a la que acudió el alto mando militar y el ministro de Defensa, Ricardo Patiño.
La primera intervención de agradecimiento a los militares fue de Jorge Álava, un manabita afectado por el terremoto y que convivió durante meses junto a su familia y los uniformados en uno de los albergues de Portoviejo. El hombre destacó la parte humana de los militares. “No tengo palabras para agradecerles por el aliento que nos dieron cuando estábamos en el albergue. Nos sentíamos seguros a su lado y este es un merecido reconocimiento para estos héroes de la patria”, dijo.
El jefe del Comando Conjunto, general César Merizalde, recordó que 14.000 militares se movilizaron durante la catástrofe. HLV