El gran reformador
El 31 de octubre de 1517 el monje Martín Lutero (1483-1546), clavaba en la puerta de la catedral de Wittenberg sus “95 tesis” que sustentaron la Reforma Protestante, que provocó posteriormente una serie de cambios sociales, culturales y de mentalidad en Occidente, los cuales incidirán en el desarrollo del capitalismo y el proceso de modernidad. Forma parte de lo que Karl Jaspers llamó “hombres decisivos para la humanidad” y fue estudiado por el sociólogo alemán Max Weber en su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo.
Dejamos de lado la controversia religioso-teológica que se produjo, y que subsiste, en este contencioso faccionalista del cristianismo que va más allá de la venta de indulgencias, mientras que desde el cambio social se destacan los siguientes aportes: 1.- Planteó una nueva valorización del trabajo como elemento para lograr la salvación, basada en una nueva ética colectiva y un persistente sacrificio laboral durante la vida terrenal. Más tarde es el punto de partida de la economía política de Adam Smith. 2.- Frente al poder temporal del papa trazó la separación entre Iglesia y Estado, al señalar que Jesús dijo: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Sea que el Estado asuma el poder religioso pero sin inmiscuirse en la gestión eclesiástica, como sucedió en Holanda e Inglaterra, o por la separación de ambos poderes, como se dio en Estados Unidos. En Ecuador formalmente se produjo en los 30 del siglo XX. 3.- Planteó también la libre interpretación de la Biblia frente a la infalibilidad papal, lo que coincidió con el despegue del Renacimiento, la modernidad y el impulso de la ciencia y tecnología, frente al oscurantismo llevado adelante por la Contrarreforma e Inquisición, condenando a Galileo, Da Vinci, Bruno, Savonarola, etc. Con lo cual Lutero ordena a pensar. 4.- Exigió que la Biblia sea traducida a la lengua nacional, ya que pueblo no lee ni entiende el latín. En 1534 publica y difunde -gracias a la imprenta, inventada por Gutenberg- su primera traducción en alemán. Hacemos nuestra la frase de Ernest Bloch: “Lo mejor de las religiones es que producen herejes”.