El gris nubla a la Navidad en Guayaquil
El comercio del 25 de diciembre contrastó con la víspera a la Nochebuena. La circulación vehicular se redujo en el penúltimo feriado
Desolada. Así amaneció gran parte de la ciudad de Guayaquil, en el penúltimo feriado que vive el país, en medio de restricciones por el estado de excepción que nuevamente decretó el Gobierno para evitar el ingreso y contagio de una nueva cepa de COVID-19.
Poco tránsito vehicular, locales comerciales cerrados, disminución de compradores caracterizaron el ambiente que se observó hasta el mediodía de ayer en varios sectores de la urbe, en contraste con la víspera de la Nochebuena.
Avenidas como la Carlos Julio Arosemena (que se conecta con la vía a Daule), 9 de Octubre, de las Américas amanecieron con un tránsito vehicular que no llegaba ni al 40 % del parque automotor que normalmente circula en el Puerto Principal.
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Leer másSi bien la restricción por placas (ayer tocaba impar) disminuyó la circulación a la mitad, también incidió el hecho de que muchas familias se vieron obligadas a quedarse en casa, por el toque de queda que rige de 22:00 a 04:00.
Los pocos negocios que abrieron temprano fueron en su mayoría panaderías, farmacias y locales de venta de comidas.
El ambiente cambió un poco en la zona céntrica comercial. Sitios como la Bahía fueron de a poco abriendo el comercio a los pocos visitantes que se acercaban a hacer compras para el último feriado.
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Leer más“Recién estamos abriendo”, comentó un comerciante formal que se identificó solo como Merchán. Junto con otras personas colocaba las prendas de vestir que vende en su módulo, para iniciar la jornada laboral del 25 de diciembre de 2020.
Una jornada que, a pesar de la hora (11:30) y con la mayoría de comercios ubicados a lo largo de la avenida Olmedo abiertos al público, no recibió mucha clientela. Los pocos transeúntes que pasaban solo se acercaban a preguntar.
“Igual la gente sale, pero ‘chira’. De diez, solo uno compra. En este tiempo uno invierte más y gana menos. Existe bastante competencia”, lamentó Merchán, quien da gracias a Dios porque espera terminar este 2020 con vida. A su lado, una comerciante también se lamentaba por la competencia que tienen, especialmente de los informales extranjeros.
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Leer más“A nosotros nos hacen cerrar a las 18:00 los módulos, pero a ellos los dejan”, se quejó nuevamente el vendedor, mientras un policía metropolitano advertía a los informales.
A la misma hora pero el día anterior, en el sector no había dónde poner un pie. Sin embargo, ayer no hubo clientela, como comentó Wendy Viejó. Hasta esa hora de la mañana, no había vendido ninguna prenda, a pesar de las promociones que ha realizado. Ella estima que las ventas, en general, han caído entre un 30 y 40 por ciento. Las atribuye a las restricciones que se han tomado por la pandemia de COVID-19. En los cinco años que lleva en el puesto, asegura que es la primera vez que siente esa afectación en un feriado como Navidad.
A lo largo del sector, uno de los más álgidos de la ciudad, policías metropolitanos y agentes de Tránsito Municipal (ATM) custodiaban para evitar aglomeraciones y verificar placas. “Esto no es nada”, comentó un policía nacional al referirse a la poca afluencia de compradores o transeúntes en relación a un día normal por el sector.
Un ambiente similar se observó en la terminal terrestre de Guayaquil, donde muchas boleterías se mostraban vacías por la poca afluencia de usuarios y viajeros locales.
En detalle
Incidentes
Según cifras del ECU-911 Samborondón, entre el mediodía del 24 y las 12:00 de ayer, en Guayaquil se registraron 62 accidentes leves y otros 22 graves. También se reportaron a la línea de emergencia 17 escándalos y 852 incumplimientos de toque de queda y aglomeraciones, en diferentes sectores.
La Agencia de Tránsito Municipal (ATM) recordó que los ciudadanos pueden circular los días no permitidos, únicamente, para trabajar, acudir a citas médicas o traslados al aeropuerto. En caso de ser consultados por un agente, deben presentar credencial o certificado que respalde su movilización.
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El malecón Simón Bolívar mantiene abiertas al público las zonas de parqueos, centro comercial, Mercado del Río, patios de comida, así como restaurantes y cafeterías. La caminería y las áreas de entretenimiento estarán cerrados 15 días. El malecón del Salado también está cerrado al público, igual que el área del Pueblo Navideño.
Aerovía
La reciente inauguración de la aerovía motivó a muchas familias a movilizarse en el nuevo sistema de transportación entre Guayaquil y Durán, como parte de los pocos espacios turísticos que están abiertos al público, en medio de las restricciones y medidas de bioseguridad.
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En el norte se registró poco movimiento. El centro marcó diferencia
Realidades diametralmente diferentes a pocos metros de distancia. Mientras las calles del norte de Quito lucieron ayer semivacías durante casi todo el día, las del Centro Histórico estuvieron abarrotadas igual o más que en los días previos a la Navidad.
El levantarse de la capital ayer fue lento. En las primeras horas de la mañana pocas personas se movilizaban, y las que lo hacían era para llegar a sus lugares de trabajo. En el sector de El Inca, en el norte de la urbe, los locales comerciales recién empezaron a abrir pasadas las 10:00.
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Leer másLucía Reina, propietaria de una tienda de ropa femenina, contó que se animó a atender el día de Navidad con la esperanza de vender algo de mercadería, pero hasta el mediodía no había tenido ni una sola cliente. “Si la cosa no mejora, pienso cerrar a las tres de la tarde. La idea era recuperar algo de los meses que permanecimos cerrados”, señaló la comerciante.
Un par de kilómetros más hacia el sur, en el parque La Carolina, grupos reducidos de personas caminaban o corrían por sus alrededores. Algunos llegaban con la intención de ‘armar’ partidos de ecuavóley o fútbol, pero temían la presencia de las autoridades de control por las nuevas restricciones impuestas por la aparición de una variante del coronavirus.
En la zona comercial y financiera del norte de la capital el movimiento fue escaso hasta el mediodía y en las primeras horas de la tarde algunos restaurantes empezaron a registrar más movimiento. En los centros comerciales no se observaron las filas que se formaban al ingreso en los días cercanos a la Navidad.
Este panorama contrastó con el que se vivió en el casco histórico de la ciudad. Desde el ingreso, por la calle Guayaquil, se podía apreciar la presencia de vendedores informales.
Desde Cuenca llegó Remigio Carranco con sus joyas artesanales de plata y se ubicó a la altura del Banco Central, para tratar de mantener la distancia con las cuadras en las que había mayor congestión de personas. Este artesano llegó a Quito el lunes y retornará al Austro hoy.
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Leer más“Este año preferí venir a Quito para vender el producto porque han sido meses muy complicados para toda la familia, que entiende el sacrificio que hay que hacer en estas fechas. Las ventas no han sido lo que esperaba, pero al menos me dan un respiro por unos días”, aseguró Carranco, quien dijo estar temeroso de que le decomisen sus joyas por ser un vendedor informal.
En donde no hubo mayor cuidado por mantener el distanciamiento físico fue en la calle Chile, desde la García Moreno hasta llegar al mercado de El Tejar, donde comerciantes informales se mezclaron con los compradores, pese a la presencia de los agentes metropolitanos y policías nacionales que intentaban mantener algo de orden en el sector.
“Por motivos laborales no pudimos hacer las compras de Navidad en días anteriores y por eso decidimos salir hoy (ayer). Nos imaginamos que no habría demasiada gente, pero al parecer estábamos en las mismas. Además, al parecer recién le pagaron el décimo al sector público”, justificó un hombre que prefirió omitir su nombre y que esquivaba la multitud junto a su esposa.