Coronavirus: Guayaquil, el faro para la reactivación
Aunque todos los cantones han iniciado en rojo, la intervención debe ser distinta. Los más afectados podrían reanudar más actividades primero
Los 221 cantones de Ecuador decidieron empezar esta nueva etapa de distanciamiento social en color rojo, lo que los obliga a seguir las mismas medidas de restricción. Sin embargo, con miras a una reactivación paulatina de actividades comerciales cada uno debe intervenir de forma distinta, de acuerdo a su estado epidemiológico.
Por medio de un estudio de tendencia temporo-espacial de la pandemia que elaboró un equipo del Instituto Geográfico Militar junto a expertos de universidades y de otras instituciones públicas, se ha determinado que el país está dividido en tres zonas, de acuerdo al nivel de transmisión (alta, media y baja) que existe en cada uno de los cantones.
En el nivel alto se encuentran los cantones en donde el virus llegó primero y con mayor fuerza: Guayaquil, Samborondón, Durán, Babahoyo y otras tres localidades que tienen conexión con el Puerto Principal.
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Leer másEstas ciudades son las que podrían, en un futuro muy próximo, iniciar actividades focalizadas de poco contacto social.
Según el doctor Marcelo Aguilar, epidemiólogo, profesor de la Universidad Central del Ecuador y uno de los que realizó el informe, en estos sitios, y especialmente en Guayaquil, ya hubo un brote epidémico, lo que quiere decir que “un número importante de personas fue infectada por el COVID-19, desarrolló infección y como consecuencia de ello también anticuerpos”, explica a EXPRESO.
Sin embargo, señala, los cantones deben cumplir con varios requisitos indispensables antes de pensar en cambiar de color y reanudar más actividades para evitar nuevos brotes.
Los principales: que se hayan reducido “de forma significativa” los casos que requieren hospitalización y cuidados intensivos, y que ya no se registren fallecidos por coronavirus. “Significativa quiere decir que si antes ingresaban 10 personas al hospital al día, ahora haya 1 o 2”, indica.
Adicional a ello, se deben realizar encuestas epidemiológicas en los barrios o parroquias donde hay alta transmisión del virus para detectar cuántas personas tienen anticuerpos. Una medida que, según informó el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, ya se realizó en Guayaquil la semana pasada. También se hicieron encuestas similares en poblaciones de Babahoyo y Quito.
"Nuestros datos de la muestra indican que tan solo el 3 % de los guayaquileños tienen o tenían en esa semana de toma el virus activo. Hemos iniciado el contacto con todos los positivos para realizar el seguimiento y para establecer el cerco", dijo Zevallos.
Las ciudades también deben tener una respuesta rápida de laboratorio, que permita diagnosticar al día los casos que ingresan; evaluar la capacidad de hospitalización en Unidades de Cuidados Intensivos (registrar menos de un 50 % de ocupación) y desarrollar una estrategia adecuada para proteger y atender a los más vulnerables.
“Salud ha estado dando los resultados dos semanas después. En Guayaquil hay dos equipos enormes en el Inspi y eso debería darle una capacidad de manejo de casos diarios”, dice el doctor.
Para Aguilar, una vez que estén listos estos datos, deben ser analizados por una mesa técnica de epidemiólogos que asesore al COE cantonal sobre qué medidas puede tomar en determinado barrio, parroquia o en toda la ciudad. En Guayaquil esa mesa ya fue instalada semanas atrás.
Cynthia Viteri: “Nos estamos preparando para una segunda ola de contagios en Guayaquil”
Leer más“Es un tema muy delicado. Las decisiones implican la salud y la vida de la gente, y tienen que ser tomadas con enorme responsabilidad y con una base técnica suficiente”, señala. Por lo que para ello es indispensable tener a la mano datos actualizados.
El experto indica que, tal como dijo la alcaldesa Cynthia Viteri, la ciudad podría registrar una segunda ola de contagios, aunque en menor dimensión, si no se toman las medidas adecuadas.
“Sí puede tener brotes que generen casos y mortalidad. No en el volumen que ocurrió. Lo que sucedió fue brutal, eso no tiene precedentes. La idea es que esos casos nuevos puedan ser atendidos sin que se desborde el sistema de salud”, sostiene.
Siguiendo los flujos de la movilidad humana cotidianos, el virus partió desde Guayaquil por vía terrestre hacia otras provincias con las que comparte gran actividad comercial. En la Costa son El Oro, Santa Elena y Manabí; mientras que en la Sierra son Bolívar, Chimborazo, Cañar, Tungurahua y Cotopaxi, estas últimas muy ligadas a la alimentación.
Estas localidades están en nivel medio, pero el virus está en una etapa de expansión, por lo que las medidas de restricción deben ser máximas.
“A pesar del confinamiento, estas poblaciones tienen alto número de campesinos que han seguido movilizándose. Muchos de estos tuvieron, durante la primera fase, un fuerte contacto con los mercados de Guayaquil, especialmente son abastecedores de frutas, de verduras”, señala Aguilar.
Quito también está en nivel de transmisión media, aunque hasta ahí el virus llegó por avión. “Este es el segundo foco de transmisión importante, con proyección a que los próximos días se produzca el mayor brote epidémico”, explica el doctor. Un panorama para el que la capital viene preparándose hace semanas.
En el resto de cantones, 198 en total, que actualmente presentan pocos o nada de contagios, los expertos recomiendan implementar una rigurosa vigilancia epidemiológica que evite que más casos ingresen y que se formen brotes que sean difíciles de controlar.
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"Para predecir es importante tener buenos datos"
Para poder predecir matemáticamente lo que pueda pasar en el futuro inmediato se necesita tener buenos datos, algo que aún no tiene Ecuador a decir de la doctora Andrea Gómez, epidemióloga cuencana.
"Estos análisis hay que hacerlos semana a semana, de tal forma que se puedan predecir 24 o 48 horas después. Incluso hay modelos matemáticos con análisis epimiológicos que pueden ayudar a predecir hasta 7 días después y se hace a nivel mundial. Pero claro, nosotros contamos con un factor negativo que es que no tenemos buenos datos que nos ayuden a decir con un error pequeño lo que va a suceder", explica la doctora.
La especialista señala uno de los datos más importantes que deberían publicarse es el relacionado a dos medidas que se utilizan mucho en epidemiología para saber qué está pasando, las cuales no han sido nunca incluidas en los informes del Gobierno.
"En estas medidas se basan muchos gobiernos por no decir todos y son el R0, que es el número básico de reproducción, y el Re o número efectivo de reproducción. Son medidas que nos ayudan a ver la capacidad de una persona de poder contagiar a otras", precisa Gómez.
"No es el momento aún para decir que una gran parte de la población en Guayaquil se contagió porque no se tienen datos. Hay que recordar que hubo medidas de restricción, lo cual reduce la probabilidad de contagio y aún no se conoce qué efecto ha tenido eso", afirma.
La doctora también cree deben hacerse encuestas para medir la exposición del virus en determinada población, sin embargo, indica que es mejor hacerle las pruebas a la mayor cantidad de personas posibles y no tan solo a una muestra representativa. "Puede que existan cantones en donde se están dando los casos y no se sepa", recalca.
Con respecto al tema de la inmunidad, la doctora dice que es demasiado pronto para hablar de eso. "Con el tiempo que tiene esta enfermedad no se ha podido definir primero si es que realmente hay inmunidad. Al menos con la evidencia que existe al día de hoy, no se puede hablar de una inmunidad ni de un tiempo de inmunidad porque no hay el tiempo ni los estudios ni para afirmarlo ni para negarlo".